3/12/07

La violencia juvenil, fascismo, gamberrismo...

Buena reacción de los jóvenes

Me preocupan mucho las noticias en relación con los enfrentamientos entre grupos radicales de jóvenes. Aún más el herido del otro día en Cáceres. Me enorgullece la reacción de la mayoría de los jóvenes y de sus organizaciones juveniles. Han estado a la altura. Pero me gustaría que reflexionemos un poco sobre todo esto. Dadme vuestra visión. Si tenéis información también. No es un tema que se pueda despachar con comentarios superficiales. Cuidado con este fenómeno.

El cuaderno de Guillermo Fernández Vara,


Raimundo dijo... (comentario no publicado)

Sr. Presidente: La violencia juvenil… veamos. En Galicia, a principios del s. XX, uno o dos jóvenes morían en todas y cada una de las fiestas patronales por las peleas de los mozos de la aldea contra los forasteros, que querían ligar. Una emigración masiva y una pareja de la Guardia Civil en todas las fiestas acabaron con la sangría, con la brutalidad… de la superpoblación.

En los años 80, las madres gallegas que luchaban contra la droga, definieron al heroinómano típico; eran los mas sensibles. Los mejores de esa generación se autodestruyeron. Actualmente son los médicos quienes alertan. Las mas inteligentes, las mejores, siguen autodestruyéndose, ahora con la anorexia (ya hay niños de 10 años afectados) y drogas a la carta.

La autodestrucción es la respuesta individual al caos, y la destrucción es la respuesta del grupo a ese mismo caos (al “No Future”, de los punkies). No es algo inevitable. Hay alternativas, como la creatividad. La del botellón, por ejemplo.

Cuando un grupo de amigos no tiene dinero para pagar a precio de oro la garrafa de los pubs, inventan el “botellón”… y salvan la fiesta, salvan una forma de sociabilidad, de las pocas que quedan. La recrean en la calle, y vencen al aislamiento (En Santiago se celebra en la Herradura, un espacio hermoso… y sin vecinos. Con borracheras, como siempre). Es una victoria de los jóvenes imaginativos. Es una solución (a costa del sueño de los demás, pero una solución).

Los jóvenes necesitan un espacio social propio, y si no lo hay (y en las grandes ciudades desde luego que no) lo crean. Para bien, como el botellón, o para mal, como los hooligans del fútbol (mimados por las directivas, que les permiten amenazar a los jugadores); las nacientes bandas de los barrios (que controlan la distribución de droga en ellos); las tribus urbanas de ultras (mimados por elementos de las policías locales); o de skins, okupas etc., creados por un mercado de trabajo raquítico y la imposibilidad de disfrutar de una vivienda en la octava potencia económica del mundo (por poco tiempo). Si dentro de la política no hay caminos, se salen del camino.

Entre los jóvenes, es el grupo el que tiene que vivir, trabajar, jugar, idear… necesitan estar inmersos en “su” sociedad, y esa sociedad de amigos debe tener una clara perspectiva de futuro. Un futuro muy problemático. Van a vivir en una perpetua revolución tecnológica, en unos malditos “tiempos interesantes”, que dicen los chinos. Necesitan seguridad, saber que pueden ganarse el futuro. Necesitan autoestima. Alta, como la de los emprendedores de Iniciativa Joven, que no necesitan andar a navajazos para autoafirmarse, pero ¿Cómo anda la del resto? Por los suelos.

Exigen soluciones colectivas que desarrollen las distintas capacidades de su cerebro (dibujar, cantar, debatir, bailar, correr, crear, reflexionar, subir al Himalaya, en grupo o individualmente). Para salvar su autoestima, insisto.

En Extremadura hay redes sociales para la innovación, lo mas difícil. ¿Por qué no extenderlas a estas actividades? Debería ser mas fácil. Y debería ser en el instituto, en el escenario de la batalla para ganar el futuro, cuando se sostenga toda esta comunidad de nuevos intereses que encarrilen la sociabilidad de los jóvenes. Y se convierta en la puerta de entrada a la acción política real.

¿Tienen los institutos extremeños redes sociales para alumnos que quieran pintar? ¿Para grupos de pop, rock, rap? ¿Para baile, contemporáneo, flamenco, tradicional? ¿Para atletismo? ¿Para las actividades de riesgo de los mas activos? ¿Para debate?¿Redes sociales para científicos? ¿Redes sociales (locales, autonómicas, nacionales) para el 90% del alumnado? ¿Y periódicos digitales en los que contar lo que les pasa?

El actuar en estas redes sociales les daría autonomía, relaciones, seguridad en sí mismos. Autoestima. Para no caer en la autodestrucción, en la destrucción.

Como (más o menos) decía Picasso, nadie debería sentirse derrotado a los 14 años. Deduzco que debería sentirse autosuficiente.

Un saludo a todos (y vuelvo a pedir perdón por estos comentarios tan largos… a los que ya nos vamos acostumbrando).

Anónimo dijo...

Hola Guillermo:

A mi también me preocupa mucho la radicalización de las ideas y mucho más en los jóvenes, como a ti. ¿Qué hemos hecho mal nuestra generación? ¿Cómo estamos llegando a estos puntos de violencia? Hace tiempo en un seminario de historia que hice con una catedrática catalana, descubrí algo interesante. Ella en su tesis demostró que el brote europeo de racismo y de ideologías nacionalistas era debido a que los jóvenes no llegaban nunca a estudiar bien la historia contemporánea más reciente, ya que los temarios que se nos imponen desde el ministerio son muy amplios y como siempre lógicamente empezamos por la prehistoria, no llegamos nunca a analizar nuestro pasado más cercano. Y ya se sabe, "el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla". A mi me hizo pensar mucho y desde luego creo que es muy cierto lo que afirma, yo soy profesora de historia, como ya te habrás imaginado y creo firmemente que es muy importante que TODOS los chic@s conozcan muy bien todo aquello que hace muy poco nos llevó a tan grandes desastres.

raimundo dijo...

Sr. Presidente: una profesora de Historia (anónima) dijo en este blog el día 24:

“(…) Hace tiempo en un seminario de historia que hice con una catedrática catalana, descubrí algo interesante. Ella en su tesis demostró que el brote europeo de racismo y de ideologías nacionalistas era debido a que los jóvenes no llegaban nunca a estudiar bien la historia contemporánea más reciente, ya que los temarios que se nos imponen desde el ministerio son muy amplios y como siempre lógicamente empezamos por la prehistoria, no llegamos nunca a analizar nuestro pasado más cercano. Y ya se sabe, "el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla". 24 de noviembre de 2007 20:49.

Me ha hecho recordar. En las escuelas de Austria de principios del siglo XX, el orden de las lecciones no era en sentido cronológico, de la Prehistoria al s. XX, sino al revés. Se empezaba en el siglo veinte, y se acababa en la Prehistoria. Le llamaban enseñanza a retro-tiempo. Porque al niño le es mas fácil partir de lo conocido, de su época, hacia lo lejano.

Para visualizar bien todas las etapas históricas (Edad Moderna, Media, Antigua, Prehistoria) sin que los alumnos se extraviaran, utilizaban unos cuadros en los que al lado de representaciones de figuras humanas de cada época, se colocaban, en fila, los utensilios que se usaban en su tiempo. Para el el s. XIX, motores de vapor, rifles. En la edad media, espadas, armaduras. En la Prehistoria, metales, cerámica, el fuego, etc., hasta llegar al momento en que el ser humano sólo tenía el lenguaje (la inteligencia).

Este método, útil para ver la evolución de la cultura material, también puede servir para plasmar nuestra lucha por la libertad, simbolizada en el paso de súbdito a ciudadano que se da en la Revolución Francesa. Basta un cuadro con los deberes de un “súbdito” del Antigua Régimen, al lado de otro con los derechos aportados por la Revolución a los “ciudadanos”.

Otros cuadros nos dejarían ver los derechos y deberes de cada tiempo: los de los alemanes durante la República de Weimar y con Hitler. Los de los blancos y los de los negros a principios del s. XX en EUA. Los derechos y deberes de los españoles durante la 2ª República y durante el franquismo. Los de los rusos antes y después de la caída del Muro de Berlín. Los derechos y deberes en la fenecida Yugoslavia, y hoy en Serbia o Croacia. Los deberes, en este momento, de los rusos en Estonia, Letonia y Lituania. O, haciendo política-ficción, los actuales derechos de los belgas, comparados con los futuros deberes de un valón en el futuro Flandes. Escalonados, a retro-tiempo. Para aprender a distinguir un ciudadano de un súbdito con los ojos cerrados.

Un saludo a todos

oistrakh_spirit dijo...

La defensa de un valor tan importante como el del respeto a los demás merece todo mi apoyo. Normalmente estas "historias" acaban mal. Pero, ¿de qué otro modo podrían acabar?

25 de noviembre de 2007 0:21

  • p. dijo..
  • De cualquier modo, creo que la cuestión radica en los niveles de insatisfacción y frustación individual, es decir, del anhelo por un estado mayor de felicidad, como un bien escaso competido con nuestros semejantes (instinto de supervivencia). Por ello, hay que facilitar a los "pequeños ciudadanos" suficientes herramientas psicológicas para que sean competentes a lo largo de sus vidas, pudiendo afrontar cualquier situación en las mejores condiciones posibles para su integridad física y psíquica.

    En resumen, una buena alfabetización emocional (empatía, asertividad, etc.) y un aprendizaje social en valores positivos desde el ámbito socio-familiar, son quizás las mejores vacunas para prevenir/erradicar cualquier forma de discriminación humana.

    25 de noviembre de 2007 23:

  • Anónimo dijo...

    Guillermo, somos muchos los jóvenes de Valencia de Alcántara los que leemos tu blog, aunque yo, concretamente, es la primera vez que escribo... la única solución marcharnos, no mirar atrás e intentar olvidar que los mejores años de nuestra vida los pasamos aqui. En los últimos carnavales muchos jóvenes nos revelamos y dijimos cosas muy duras durante las murgas, estamos ya cansados de la apatia e inoperancia de políticos que no quieren ver la situación, y que no se preocupan por nosotros.

    Un abrazo. Teresa.

    CÉSAR S.L. dijo...

    Los jóvenes contentos pero jodidos. Jodidos quizás por tí, por mí, por el de la moto... sobre todo, por el de la moto, porque una moto es la burocracia a la que muchísimos jóvenes tienen que enfrentarse cada vez que dan un paso hacia su futuro. ¿Cuántos trámites, cuánta burocracia tiene que superar cualquier joven que desee independizarse, acometer un proyecto...? mejor no seguir.



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