15/6/10

La crisis económica, Europa y el final del hambre

domingo 13 de junio de 2010

Una suerte para Europa

Sabéis, después de mucho tiempo de estar por esta Plaza, que no creo demasiado en la suerte. Pero ayer en el Palacio Real, mientras celebrábamos los 25 años de la firma del Tratado de Adhesión a la CEE de España y Portugal, en medio de unos discursos de mucho nivel y profundidad, hubo quien dijo que nuestra entrada significó mucho para nosotros y que fue muy importante para Europa.
"Hoy celebramos un día importante para España y Portugal, pero sobre todo para Europa". Lo decía el actual Presidente del Parlamento Europeo.
Luego, en la charla que mantuvimos, me acerqué y le dije que le agradecía esa visión, que demostraba una clara conciencia de lo que representó aquel día. "La entrada de España en la CEE, nos hizo a muchos creer en el futuro del proyecto".
Y luego destacar el mensaje de todos. Más Europa Social, para lo cual es imprescindible el gobierno económico que la permita. Y por último, mucha apelación, sin nombrarlo, al espíritu ibérico.

Un abrazote.

Guillermo

Raimundo dijo...

Sr. Presidente, entre las montañas de billones usados para el rescate bancario, Europa emerge con un fondo de 750.000. Lo que somos.

Suficiente. Porque con 'sólo' 50.000 millones podríamos acabar con el hambre en el mundo. De un plumazo.

¿Importaría muchos que ese fondo subiese hasta los 800.000?... Si los 50.000 millones de aumento se destinasen a eliminar la maldición bíblica...

¿Nos iban a reñir? (post.: Seríamos mejores. El ejemplo primero de moral universal, no de nuestra inmoralidad).

Así, al menos, la corrupción habría servido para algo. Tendría su gracia.

Ni se les ocurre. Ahora que los números salían.

Franco, Hitler, Stalin, se estarán riendo en sus tumbas de este genocidio silencioso... y aceptado. El capitalista, cuya responsabilidad acaban de echar sobre nuestras espaldas. Los banqueros.

Por no hacer nada. Ahora que podíamos.

A esto hemos llegado en Europa... y en otras partes. A lo peor. A la indiferencia criminal. A la miseria moral absoluta. (post.: al abandono de los desesperados).

Es la evidencia rampante de esas cifras... mareantes. Billonarias.

No tenemos perdón de Dios. Ni de nadie.

Un saludo.

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