rasputín dijo...
- (...) Otra opinión al respecto del comentario expuesto hoy es, y como ya he comentado en alguna ocasión, mi total repulsa ante un acto tan inhumano y vil como es el sacrificio innecesario de un noble animal por parte de un bailarín con traje de luces, con el beneplácito incomprensible del Estado y de las instituciones, entre ellas ésa que proclama el bien al prójimo.
Jamás entenderé cómo se puede consentir esa salvajada, mucho menos que se puede llamar por parte de mucha gente "fiesta nacional". Saltarán los soplagaitas de turno diciendo que si no se hace esa barbarie, se extiengue esa especie. ¡Venga ya!
En los Estados Unidos, los búfalos y bisontes, ante esa amenaza, están en reservas protegidas donde viven plácidamente sin riesgo de que aparezcan todas las semanas cuadrillas de esperpénticos matarifes. Debería ser punible este tipo de actos.Pare, que yo me bajo.
Salud y libertad a espuertas. Fue un placer. - Informo. Perera no abrió la puerta grande de Sevilla. Cortó dos orejas al que cerraba plaza, pero eso, de momento, no abre la del Príncipe. Estuvo inspirado, valiente y decidido, pero el primero de su lote le impidió conseguir otro trofeo que la ovación del público maestrante. Muchos extremeños en los tendidos. Y cada vez somos más los que creemos que ha llegado la era Perera al toreo. Saludos desde la grada.
carlos db dijo...
- dos cosas:
1º
sobre el tema propuesto me voy a reservar mi opinión porque no quiero herir la sensibilidad de nadie ¿alguna duda?
2º
respeta y serás respetado:
Amigo rasputín, yo tengo mi opinión sobre los toros que la reservo para el día que los tratemos en el blog
En adelante espero que no te molestes si alguien te llama a la cara esperpento soplagaitas... ya que es exactamente lo que tú has hecho.
Hay que medir un poco más las palabras...
un saludete
cdb
- Carlos db
No fue mi intención insultar a nadie, así que si te sientes aludido, es tu problema.
De todas formas, me adelanto a todos y me lo aplico yo: SOY UN SOPLAGAITAS. Ya está, si así te sientes mejor.
Me refería a los que defienden la matanza de los toros argumentando la necesidad de esta barbarie para la conservación de la especie.
También a los que argumentan que otros animales también son sacrificados para nuestra alimentación, y yo digo que es cierto, pero esos animales mueren dignamente, no entre la mofa y la burla del populacho al mejor estilo circense en la Roma de Trajano, Adriano o quienquiera que fuera.
Puestos así, y si defendemos esta matanza, teniendo circo como Mérida tiene, ¿por qué no volver a los torneos de gladiadores? Me apuesto lo que sea contra quien quiera a que se agotaban las entradas.
Menos mal que la cultura del botellón está preparando a las generaciones venideras para ser mejores intelectualmente.
¡Qué pena! "Recuerdo que fui Presidente de un país llamado España". (Manuel Azaña).
Salud y libertad a espuertas. Fue, cómo no, un placer.
- (...) Con respecto al asunto de las corridas de toros, en ningún momento quise expresar falta de respeto hacia la gente que le gusta este tipo de hechos, sí hacia quien los promovió en su momento y hacia quienes contribuyeron posteriormente a perpertuarlo en el tiempo.
Quien me diga que en el toreo hay arte, le respondería, como así lo hice en su momento, lo mismo que a los que argumentaban que en el botellón había cultura.
¿Cómo va a encerrar arte el hecho de quitar la vida a un animal?.
Hemos de alimentarnos, y , en este aspecto, algo hemos avanzado en el sentido en que los mataderos de animales destinados a nuestra alimentación, sin los cuales la raza humana no subsistiría, aplican desde hace tiempo sistemas tendentes a evitar el dolor del animal.
Eso es otra cosa.
Me da una inmensa pena, tanto en el fondo como en la forma, ver el regocijo del "¿respetable?" ante la agonía y muerte de un noble animal.
Por eso, cuando el toro coge al torero no me causa ningún tipo de sensación, sí me la causa cuando muere un obrero de la construcción cuyo patrón se gasta en ir a corridas de toros más de lo que gana él en todo el mes trabajando.
Salud y libertad a espuertas. Fue un placer.
carlos db dijo...
- amigo rasputin, evidentemente no me sentía aludido y, como ya he explicado, en el fondo del asunto estamos totalmente de acuerdo.
donde chocamos es en las formas... y quizas es mi problema que no me guste que se pierdan las formas al hablar... si el tema fueran "los toros" ¿crees que alguien que opina distinto de nosotros entraría a debatir después de insultarle?...
sobre el sacrificio digno de los animales para su consumo te recomendaría que leas un poco sobre la producción del foiegrass, las condiciones en granjas de alta producción o el sangrado de un cerdo en una matanza... ¿sabes que es el jainismo?
sobre gladiadores: en estados unidos existe ya algo parecido donde hombres pelean casi sin reglas y sin protección en un ring. Puedes entrar en youtube y buscar "IFL"
Te sorprenderás, es muy ilustrativo sobre los valores americanos...
pido a los compañeros de la plaza perdón por habernos desviado tanto del tema.
un saludete
otro soplagaitas
- Despues de leer los ultimos comentarios uno ya no sabe si el post de esta semana es sobre politicos, toros u otras cosas, bueno yo estoy viendo al Geta y se esta clasificando en la prorroga, (...)
- Los toros nada mas que una frase de Rafael "El gallo" .-Jo ahi gente pato". (...)
Y en la tele, algunas más. En compañía, a veces, de campesinos. ¿Qué creo que pensaban estos campesinos gallegos de los toros? A unos les gustaban, para otros era un desperdicio. Ninguno los veía como un espectáculo cruel.
Crueldad. En Galicia se hacía la matanza casera, hasta que la UE la prohibió (Provocando la futura conversión al Islam de los ganaderos. No es broma. Dicen los de la Asociación Gallega de Ganadería: “Estamos pensando crear una religión, un dios, para que nos dejen sacrificar al puerco en la casa, con cuchillo”. La Voz de Galicia, Galicia, 07-02-08).
En ella se degüella un cerdo, y se trocea. Mientras, otros dos o tres cerdos esperan su turno. Con berridos insoportables. Cuando pare la vaca, a los pocos meses se le quita la ternera para venderla. Sus mugidos, durante un día entero, son insufribles.
¿Alguien ha estado en un matadero? Indescriptible. Los pobre animales no merecen ese espanto… sí, ya sé, la UE dice que hay que matarlos con cariño. Pero eso es caro. ¿Métodos compasivos de matanza? Por favor… necesitamos vitaminas. Muchas. De esa manera barata. No habrá otra.
Los comemos. Y seguiremos haciéndolo durante mucho tiempo. Pura crueldad. Muy sabrosa, y punto.
El toreo. Mi impresión galaica. Asombro. Media tonelada a toda velocidad se echa encima de un muchacho. Este se defiende. Con una idea: el círculo. Con un trapo, y nervios de acero, obliga al toro a envolverle, desde el centro de la circunferencia. Con su muñeca surfea la embestida. Un centímetro es la tragedia. Pura inteligencia.
Como el trapecista que al saltar gira sobre sí mismo (otro círculo) para fingir el quedarse suspendido en el aire. Así asusta al espectador. Me fascinaron estos espectáculos matemáticos.
El público de ciudad. Me contaron que algunos japoneses se desmayan al ver la sangre. Porque no se criaron con sus abuelos. No han vivido la matanza en su infancia. No aprendieron a jerarquizar sus impresiones. Somos asustadizos.
El campesino. Conoce al hombre, y comprende al animal. No le extraña que luchen. Ve el miedo y la determinación en la cara del torero (si puede comprar un buen abono), y la fiereza del toro. Entiende.
El toro siente el dolor, como en la lucha con otro toro. Debe barruntar que se enfrenta a lo peor. A nosotros. Hay sangre, dolor, destreza, bravura, en el ruedo ¿Dónde está la crueldad? En el matadero. Escondida.
Espectáculos demasiado exigentes. Obligan a saber apreciar la inteligencia, el valor, la estética, la lucha contra lo imposible. No son parques temáticos artificiales.
Desaparecerán (el toreo y el circo). O se falsearán a manos de sagas de señoritos. Como los Bush falsifican las elecciones americanas.
Demasiado para nosotros, los de la ciudad, consumidores de impresiones enlatadas y portadores de sentimientos por experimentar.
Lo que hay. La decadencia. La de los campesinos y sus espectáculos vibrantes, mejores.
Sucede que los de la ciudad creen que un sofoco en el tendido es una desgracia irreparable, y por tanto, se sienten con derecho a pedirle a la UE que impida su desazón sentimental. Como si nos fuera en ello la libertad.
No hace falta. Ya han muerto hace tiempo, con su público, con los campesinos. Quedan las atracciones de ciudad. Para nosotros, los aturdidos.
En mi opinión.
Un saludo a todos
(soplar la gaita es un hermoso arte)