8/4/08

Los políticos y la política

domingo 6 de abril de 2008

Una de políticos

Ayer estuvimos Mª Luisa, los chicos y yo de boda. Se casaban Fran, uno de los policias que estan asignados a la escolta del presidente, e Isa. Fue en Almendralejo, donde las bodas son de una abundancia que yo las llamo "tres en una". En los postres me entretuve hablando con unos jóvenes familiares de los novios. Estuvimos hablando un poco de la política y de los políticos. No sé por que extraña razón algunos ciudadanos, no sé si muchos o pocos, piensan que nosotros somos gente diferente y que estamos dispuestos a hacer cosas que ellos en ningún caso harían. Suelo decir que tengo dos profesiones médico y político. La primera es la más valorada por los ciudadanos. La segunda , la que menos. Digo valorada, no que no interese. Me he cuestionado muchas veces cuáles deben ser las razones para que eso sea así. Lo fácil es responder que hay mucho aprovechado. Los habrá como en toda la sociedad. En la política debe haber la cuota parte de cada cosa que hay en la propia sociedad.
Lo que sí es cierto es que la mayoría de los ciudadanos tienen una visión deformada del político. En algo contribuiremos para que así sea. ¿Podéis darme la opinión serena? (...)

Un abrazote, y si a alguno no le gusta, un saludo.
Guillermo



Raimundo dijo...

Sr. Presidente: pregunta como vemos a los políticos, a los que hacen el trabajo político. Será porque pasan estas cosas:

1ª escena. Cataluña: Hundimiento del Carmel (etc.). Se visualiza la decadencia catalana a manos de CIU (y las comisiones del 20%). Cambio. Maragall (en célebre sesión) se niega a investigar/atajar esas comisiones. Y se pone a escribirles estatuts a los ricos ¡Cómo si ese fuese un trabajo! Ergo: abstención en la votación del Estatut.

La “agenda electoral” (para resolver problemas sociales) se olvida, y se impone la “agenda política” de las élites (para intermediar en el reparto del poder, el que llueve del estado).

2ª escena. Galicia: Se va Fraga. Entusiasmo ¡Se acabarán las listas de espera! Pasa el tiempo. Nadie quiere cargos en Sanidad. Nadie quiere “marrones”. Mejor Cultura.

Es que… la carrera burocrático-partidista de alguien se puede resentir ¡Y aquí estamos para lo que estamos! Los profesionales…

3ª escena. Zapatero: Retirada de las tropas de Irak. Bien. Polémica sobre piso de 40 m. y alquileres. Bien… pasa el tiempo. Pues… ¡Al lío del rico Estatut!.

El político es el que hace un trabajo político cuatro años ¿Y en qué consiste eso? En cumplir las promesas electorales. Trabajo político sería, por ejemplo:

- Haber cortado la especulación de la vivienda a tiempo. Y evitado que “los balances de las cajas de ahorro den miedo” (y que la banca española disponga de carísimos créditos internacionales a cuentagotas)
- Dotado a los juzgados de un sistema informático adecuado.
- Acabado con la degradación de la escuela.
- Atajado las alzas de precios agrícolas desorbitados creando nuevos canales de comercialización.

Vamos. Resolver los problemas creados (casi todos) por Aznar, para beneficio de los especuladores (los cien mil “poceros” y parentela).

Para eso trabaja un político socialista, o por lo menos se le espera en esa lucha. Y si lo hace, se le vota, como a Felipe González o a Caldera.

Un saludo a todos

(Siempre me alargo, pero hay un remedio muy efectivo para un texto largo; solo se leen los cortos.)

Amigo de la Dialéctica dijo...

Hola amig@s de la Plaza de la Cordialidad, hola Guillermo:

Os dejo un interesante post que aparece en Aulablog21 escrito por Francisco Muñoz de la Peña Castrillo: Licenciado en Ciencias Químicas; Profesor de Instituto; Creador de http://www.aula21.net
En el post, cuya dirección acompaño, se debate sobre un artículo de opinión que escribí en el diario digital Extremadura al Día:
http://aula21.net/aulablog21/archives/2008/03/20/la-letra-con-sueldo-no-entra/

Además de sus palabras, interesante resulta también la valoración que se hace en uno de los comentarios a este post de Paco, en concreto se dice, sobre los males que aquejan a nuestro sistema educativo, lo siguiente:

Paco, tus tres últimos posts están íntimamente relacionados, y ponen de manifiesto la incongruencia de un sistema educativo decimonónico en una sociedad del s. XXI.
Creo que hay que cambiar muchas cosas, y no sólo la metodología y la evaluación. Es imprescindible cambiar también los objetivos y contenidos. Si los contenidos no son útiles, da igual la metodología que se emplee, y el modelo de evaluación.
Desde la época de Erasmo de Rotterdam hasta nuestros días, hemos cambiado más bien poco.

Un dato jocoso: en nuestro centro estamos inmersos en un plan de seguimiento por parte del servicio de inspección. Somos el único sector donde los controles de calidad se hacen en función de lo que dices que vas a hacer (programación), en lugar de en función de lo que haces.
Se valoran los proyectos, y las memorias de los proyectos. Pero lo que hay en medio, es decir, la actividad, parece no importarle a nadie.
Y esto es una bola de nieve tan enormemente grande que nos fagocita a todos.
Por los políticos no hay que preocuparse, porque no tienen solución. Lo suyo son los datos cuantitativos. Para lo bueno, y para lo malo. La calidad no importa, porque no se cuantifica. Y la máxima es “toma el dinero y corre”.
(Puedes sustituir la palabra “dinero” por ordenadores, bibliotecas, viajes Comenius, ayudas, becas, complementos salariales,…, etc. Eso sí es cuantificable).

Recibid un muy fuerte abrazo de vuestro amigo Javier Caso Iglesias.

adriano dijo...

Definamos primero sobre qué políticos hablamos, que creo que son los políticos que viven de la política. Efectivamente, el militante de base que hace cosas, el concejal , etc., son también políticos, pero de hecho los ciudadanos que votamos, y por tanto participamos de las cosas de la polis, somos también políticos. Por lo tanto, me referiré a los que cobran. Estos políticos caen antipáticos por muchas razones:
- acaparan más la atención de los medios cuando hacen algo mal (est es lo único favorable que voy a decir de ellos),
- muchos están poco preparados y ostentan altos y medios cargos, y hasta puestos parlamentarios, mientras mucha gente bien preparada malamente llega a fin de mes,
- trabajan para el partido más que para la sociedad, lo cual es posible en esta fase tan recién nacida (no lo olvidemos) de nuestra democracia,
- no distinguen lo público de lo privado,
- ponen su bien por encima del bien común,
- hablas con ellos y se diría que creen que están ahí para ser servidos, y no para servir a la sociedad, que es para lo que están,
- tienden al populismo, a hurgar en los sentimientos y a creer que somos tontos,
- creen que saben mucho, y realmente saben poco,
- no se rodean de gente mejor que ellos, sino de aduladores que van a por lo mismo que ellos: la pasta,
- creen que el carnet de un partido vale más que el esfuerzo de dos carreras, un master y un doctorado en Harvard, por decir algo (y lo triste es que tienen razón),
- creen que el ser hijo/amigo/colega de alguien vale más que el esfuerzo de dos carreras, un master y un doctorado en Harvard, por decir algo (y lo triste es que tienen razón),
- veo sus fotos en la prensa y me dan malas vibraciones, a mí, que nunca juzgo por el aspecto,
- cuando pillan a alguien de su partido haciendo lo que no debe, en lugar de investigar y expulsar, en su caso, al individuo en cuestión, lo que hacen es investigar a ver quién se ha chivado,
- el ansia de poder convierte a muchos en mezquinos,
- hay mucha gente que tiene que buscar trabajo fuera de su sitio natural si no está en sintonía con el viento que más sopla, en lo que yo llamo exilios democráticos,
- da la impresión de que la mayoría no podrían vivir de otra cosa que de la política, que nunca habrían triunfado en la vida sin la política, y casi siempre a la sombra de un cabeza de lista que es al que vota la gente (es que conozco a algunos que creen que ellos también habrían salido de Presidentes de la Junta),
- muchas veces ponen los intereses de sus partidos por encima de los intereses de quienes les votan,
- alcaldillos que son pequeños dictadores,
- utilización de las instituciones democráticas para provecho propio y de su partido,
- la mentira y la manipulación,
- y a pesar de todo ello, si el político no se empeña en utilizar su poder para ir contra algún ciudadano, por acción u omisión, todavía estamos de enhorabuena,
- triste panorama, no?
Pero casi lo peor es cuando el político trata de agitar los sentimeintos. A veces lo consigue. Oistrakh trajo a colación una conversación interesante, que merece ser leida, entre dos filósofos de nuestro tiempo, Quintero y Gala. Otro filósofo de nuestro tiempo y de todos los tiempos, Platón, ponía en boca de Sócrates hace 25 siglos que la razón sería su bandera en política, que la pondría por encima de todo, porque contempla los hechos y no la opinión, porque se basa en la CIENCIA, y no en la CREENCIA. Votar con los sentimientos y no con la razón trajo el nazismo a Europa. Los políticos que tratan de agitar y manipular sentimientos me inspiran de manera parecida a esos camisas pardas. Utilizo mucho los sentimientos y el alma, soy pura emotividad, pero en política me guardo muy mucho de sacarlos a relucir. Espero que dentro de poco hayamos dejado de votar con los sentimientos, quizás dentro de otros 25 años, cuando nuestra democracia tenga más o menos la edad que hoy tienen las democracias alemana e italiana, las inmediatamente mayores que la nuestra. Emotivos abrazos.


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