Hoy se publica el Barómetro de Confianza Ciudadana elaborado por Metroscopia en exclusiva para El País.
Soy médico de profesión y en la actualidad me dedico a la política como diputado, presidente de mi grupo parlamentario y secretario general del Psoe en Extremadura… En el Baremo los ciudadanos dan a los médicos junto a los científicos la mejor nota, un 7.4. Y a los políticos la peor, un 2.6.
Vengo diciendo desde hace tiempo que el hecho de que los políticos seamos los menos valorados es una mala noticia para la política, pero sobre todo para la sociedad.
¿ Cómo cambiar esa realidad ?
No me cabe ninguna duda ya, a estas alturas…
1) Más democracia directa. Una parte de los representantes deben elegirse en listas abiertas.
2) Más democracia participativa. Votar es necesario, participar y opinar debe serlo también. En septiembre presentaré a mi partido y a mi grupo algunas propuestas para llevarlas al Parlamento.
3) Transparencia. Todo contrato, toda decisión administrativa, debe ser público y publicado.
4) Los diputados, senadores, concejales, cargos públicos en cualquier administración o empresa pública deben hacer público su patrimonio y rentas cada año. Y que esos datos sean accesibles.
5) Los salarios de quienes se dedican a la política deben ser proporciónales a la responsabilidad, incompatibilidad y transparencia.
Y algunas más que iremos contando.
Un abrazote
Guillermo
Sr. Vara, son buenas propuestas, pero creo que el 15-M ya ha diseñado los criterios para el cambio político. Y van más allá.
Proponen algo así como ‘presupuestos participativos + ordenadores’. O sea, fuera intermediarios de todo tipo (en la red, en la política).
Pondré un ejemplo de cómo lo entiendo.
El ordenador de Hacienda recibe nuestros impuestos, calcula la devolución, y la carga en nuestra cuenta al instante. Sin intermediarios.
Del mismo modo, a nivel estatal, un ordenador central se encargaría de repartir el presupuesto del estado… tanto a Sanidad, tanto a Educación (más con unos, menos con otros).
El ordenador enviaría el dinero… directamente a los hospitales, a las escuelas. Fuera del alcance de los intermediarios autonómicos (que desvían una parte para sus chiringuitos).
El control del gasto se hará en las contabilidades (públicas) de escuelas y hospitales.
Cualquier contribuyente podrá hacerlo, con un click. Y por lo menudo.
Lo mismo a nivel local. El ordenador enviará a cada ayuntamiento el dinero que le corresponda. Los vecinos vigilarán diariamente gastos e ingresos. Sin intermediarios. Si quieren.
Cuando todos puedan echar una ojeada a los contratos, se acabará con la corrupción.
Es la nueva frontera política en nuestro país. La que puede terminar con el caciquismo, y dar nueva lustre a políticos e instituciones.
Participación… a través del ordenador.
Un saludo a todos
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