miércoles 28 de julio de 2010 - 0 TOROS 0, 6 TOROS 6
68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones. En Cataluña quedan prohibidas las corridas de toros apartir del 1 de enero de 2012. Hoy, mañana y siguientes correrán ríos de tinta. Cada uno arrimará a su sardina lo que pueda.
Unos dirán que es por la protección de los animales, y muchos estamos comprometidos con ello. Otros que es un cuestión de marcar distancias con el resto de España en un tema que es "marca" en muchas partes del mundo. Habrá otros que no entiendan nada, me temo que la mayoría.
Mi opinión es que se ha pronunciado un parlamento que representa a una Comunidad Autónoma y eso merece todo mi respeto, porque es el valor de la democracia y para que mañana otros respeten las que tomemos en los demás. Mi opinión es que Los Toros representan también tantas cosas como las que cada uno quiera sentir .
Y que una Comunidad Autónoma que sabe el precio inmenso de prohibir cosas que tienen que ver con tus tradiciones y tu historia, debe saber también que es una decisión que en ningún caso es neutra.
Los aficionado a los toros en Cataluña, que no pueden ir a la Monumental, y los que hasta ahora iban, siempre podrán poner la tele y ver lo que les gusta, o a través de Internet. Quizás algún día alguien proponga que se prohiban en la tele o en Internet. ¿Qué seguimos prohibiendo mañana?
A mi me gustan Los Toros, soy aficionado, que no entendido. Respeto mucho a los que no lo son, pero me gustaría que ellos no decidieran por mí, ni yo obligarlos a ellos. En nuestra tierra hay 120 ganaderías. Una dehesa que mantienen y que contribuye a compensar el CO2 que producen las industrias en otros sitios que no discuten sobe el CO2 sino sobre los toros.
No sé que hubiera pasado si los campos de Cataluña estuvieran llenos de reses bravas.
Me quedo con las palabras del Presidente Montilla. Mejor hubiera sido que las cosas fueran de manera más natural. Si nadie fuera a los toros en Cataluña, problema resuelto. Pero mientras....
Un abrazote
Guillermo
- Sr. Presidente, se comenta una ley, un hecho político, sobre un espectáculo moribundo... luego innecesaria, luego premeditada… contra alguien.
Una ley nacionalista… porque fue votada por los nacionalistas (no por la Protectora de Animales).
¿Y fascista? ¿Puede un parlamento democrático votar una ley fascista? Puede.
Lo es la ley de Arizona que convierte en sospechoso a quien tenga rasgos mexicanos. Recurrida por Obama, para que los tribunales impidan que la mayoría aplaste a la minoría.
Lo es la práctica de los inspectores lingüísticos de la Generalitat, de examinar de catalán en los bares, a los camareros con rasgos sudamericanos (ver aquí).
Una ley que prohíbe un tipo de toreo, el que no se considera catalán… es en principio, una ley nacionalista contra los ‘charnegos’. Como la de Arizona, contra los latinos.
Fascismo es prohibir una religión, una opinión, una cultura.
Un espectáculo es la escenificación de una cultura… prohibirlo es como prohibir aquella. Los toros lo es de la cultura campesina española, francesa, latina. De su sabiduría con los animales.
De su lucha, habilidad, riesgo, superación. De la comida.
Se suspende el toreo porque es cruel (somos). Dicen que la gente va a ver si el toro mata al torero, o al revés. A ver quien sufre más.
La prueba del algodón. En los ‘castellets’, ¿la gente va a ver si el niño se estrella contra el suelo? Parece. Luego espectáculo cruel. Debe ser prohibido, o confiado a participantes mayores de edad. Con red, como los trapecistas.
La politización de los espectáculos es fascismo. El franquismo lo hizo con el toreo y el fútbol. Hoy, los nacionalistas siguen sus mismas tácticas.
Se juzga al torero, su actitud, la valentía… tornada políticamente en crueldad. Se juzga a los espectadores, su disfrute, tildado de cruel… para que pueden ser penalizados… los charnegos.
La valentía y el disfrute de los ‘castellets’ no son punibles… son catalanes. Como los ‘correbous’.
Minorías de activistas ‘lobbistas’ se encargan del manejo de los medios, de las consignas… de ocultar el hecho de que se penaliza una cultura, que no se desea catalana.
El hecho, el mensaje, la táctica, los fines, son fascistas. Es una ley fascista. Como la de Arizona.
Y un peligro.
Un saludo.
"La Monumental echa el cerrojo LO QUE PERDEMOS: Un retroceso moral.
La fiesta de los toros es una de las creaciones más originales de la cultura hispánica, y es a la vez portadora de los valores humanos más universales: coraje, grandeza, vergüenza, lealtad, ritual de la muerte, dominio de la animalidad dentro del hombre y fuera de él, creación de belleza a partir de su contrario, el caos y el miedo.
¿Sería posible que esa invención cultural original sucumbiese a un conformismo que apenas tiene la apariencia de universalidad, la universalidad sin sabor de McDonald o de Coca-Cola? Si algún día las corridas de toros desapareciesen sería una gran pérdida para la humanidad y para la animalidad.
Estaríamos ante una pérdida cultural y estética, por supuesto, pero también ante un quebranto ético. A algunos, la prohibición de la tauromaquia les parece un "progreso" de la civilización.
Mera apariencia. El animalismo no es una extensión de los valores humanistas, sino su negación: porque, intentando alzar a los animales hasta el nivel en el que debemos tratar a los hombres, necesariamente rebajamos a los hombres al nivel en el que tratamos a los animales.
No niego que tengamos deberes hacia los animales. Es inmoral traicionar las relaciones de afecto que mantenemos con nuestros animales de compañía. A los animales domésticos, que son criados por su carne, su lana o su fuerza de trabajo, es inmoral tratarlos como "objetos", como se hace en las escandalosas formas de ganadería industrial mecanizadas; pero aceptamos que es moral matarlos.
Y con los millones de especies de animales salvajes que pueblan océanos, montañas y bosques tenemos deberes ecológicos, como el respeto de los ecosistemas o de la biodiversidad.
El toro de lidia no entra en ninguna de esas categorías. No es un animal salvaje, puesto que es criado por el hombre, ni un animal doméstico, puesto que cualquier tauromaquia supone la preservación de su instinto natural de hostilidad hacia el hombre llamado "bravura".
Para este animal, una vida conforme a su naturaleza insumisa e indomable debe ser una vida libre y natural, y una muerte conforme a su naturaleza de animal bravo debe ser una muerte en la lucha contra aquel que atenta contra su libertad y le contesta a su supremacía en su propio terreno. Vivir libre y morir luchando es el destino del toro de lidia.
Cualquiera prohibición sería un retroceso moral. El sentido y el valor de la corrida de toros descansan sobre dos pilares: la lucha del toro que no debe morir sin haber podido expresar sus facultades ofensivas o defensivas; y el compromiso del torero, que no puede afrontar a su adversario sin jugarse la vida.
El deber de arriesgar la propia vida es el precio que uno tiene que pagar para tener el derecho a matar al animal respetado, en vez de sacrificarlo de una manera oculta y mecanizada.
Entretanto, debemos confesarlo: ningún argumento podrá jamás convencer a los que representan la corrida como la tortura de un animal inocente.
Ni que en su lucha exprese su naturaleza de animal bravo, ni que queriendo evitar la muerte de unos cuantos se condena en realidad a toda la especie, ni la comparación entre la corta y abyecta vida de las terneras criadas en batería y los toros criados en plena libertad... les convencerá.
Estos argumentos serán siempre insuficientes ante la reacción inmediata y pasional del que se indigna y grita "¡No, eso no!".
Es cierto que a esta reacción los aficionados oponen muchas veces su propia pasión. Podríamos quedarnos en esa oposición de pasiones si ellas mismas se quedarán ahí. Pero el problema es que una de ellas exige la prohibición de la otra.
Y aquí es donde el papel del político debe ser el de mantenerse razonable diciéndose: "Si algún día las corridas de toros desaparecen, será porque ya no despiertan pasión alguna. Hasta ese momento es prudente dejar a cada cual con su pasión y hacer que prevalezca el principio de libertad".
Francis Wolff es catedrático de Filosofía de la Universidad de París y autor de Filosofía de las corridas de toros." (El País, ed. Galicia, 26/09/2011)
"La Monumental echa el cerrojo LO QUE GANAMOS:
"Las costumbres sociales cambian, y los españoles están dejando de disfrutar con la muerte de animales en un coso. El abandono de las plazas de toros por parte del público es una realidad, consecuencia de un cambio progresivo pero imparable de los usos y costumbres de nuestra sociedad, que cada vez ve con mayor desagrado la utilización del sufrimiento animal para la simple diversión del personal.
La defensa de las corridas de toros en base al argumento de la arraigada tradición se desmorona, al mismo tiempo que va cambiando nuestra realidad social. Algunas tradiciones se van perdiendo, y para bien, como aquella tan española de tirar una cabra desde el campanario de la iglesia para que el personal contemplase cómo se estrellaba contra el pavimento. (...)
Al igual que otros espectáculos en los que la diversión se busca maltratando a otro ser vivo, las corridas de toros tienen los días contados. Políticamente debe decidirse si ese proceso se alarga a través de costosas subvenciones públicas, como pretenden algunos partidos, o si definitivamente va desapareciendo de nuestro territorio, como demandamos otros.
Juan López de Uralde es ecologista, fue director ejecutivo de Greenpeace España y en la actualidad lidera el partido político EQUO." (El País, ed. Galicia, 26/09/2011)
"
"
"Querido J:
Mañana, con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide, se
toreará el último toro en Barcelona. ¡Viva! Propongo que al último toro
le den de nombre Balañá.
Se ponen tristes y sentimentales, los
compadres. «Mí no comprender», que decía Alfredo Amestoy, el incisivo
mas leal, Josep Cuní de entonces.
Tenemos, los míos, los nuestros, 54 años.
Todos y cada uno de esos años
los habremos vivido en desacuerdo. ¿Hay mayor gozo para una vida?
Mañana prohíben los toros, dicen que por razones morales. Ya lo habíamos
vivido. La última fiesta que prohibieron por razones morales fue el Carnaval.
Media juventud nos la pasamos dando la matraca por la recuperación del
Carnaval. Ya se veía entonces que el Carnaval era un auténtico coñazo;
pero no le gustaba al poder y bastaba.
Es cierto que con los toros podía
haber pasado como con los perros. Que cerraran la Monumental porque se
cansó la liebre. Pero no pasó y conviene no confundirse. A partir del
lunes, los toros quedan prohibidos en Barcelona por razones morales.
Exactamente por la protección de la especie nacionalista. (...)
Lo cierto es que en la prohibición de los toros hay el acto imperativo de un establishment
y que todos los que a partir de ahora iremos a Francia (como entonces,
en busca de un poco de hígado y de porno), tenemos la honra de no
reconocernos en él. Y aún más: de reconocer en ese establishment
los tallos verdes del pasado.
Hace tiempo Fernando Savater, ese tipo de
hombre sin antecedentes, escribió que tal vez lo mejor de los
antifranquistas había sido el hecho de serlo. Cierto y cierto. Pero no
es poco. Puede que lo mejor haya sido, estrictamente, nuestra
disidencia. Es algo." (Diarios de Arcadi Espada)
"La corridas de toros están inscritas, desde hoy, en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial francés.
Francia ha inscrito este viernes las corridas de toros en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial. De esta manera, Francia se convierte en el primer país del mundo en incluir la tauromaquia en uno de los listados más importantes del mundo que reconoce la UNESCO.
Tal y como ha informado el Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas (ONCT) francés, y se han hecho eco distintos portales de internet dedicados a información taurina, una comisión reunida por el Ministerio de Cultura de Francia ha aceptado la solicitud enviada por el ONCT, basada en los requisitos de la UNESCO. (...)
Esta inscripción corrobora en términos científicos y culturales la legislación gala que desde hace tiempo legaliza las corridas de toros en las regiones donde existe una tradición local ininterrumpida, y consagra la excepción cultural que conduce a la ley a descartar su prohibición en esas zonas de Francia." (lavozdebarcelona.com, 22/04/2011)
"‘Entre los asistentes [a la corrida de toros en Céret] veo a un consejero. Le digo que tal vez harían bien en revocar la ley que fuerza a los catalanes a una emigración dominical. Me responde: “A ver si el Constitucional nos echa una mano”’
Joan Barril, periodista, en un artículo publicado este martes en El Periódico:
‘[...] En mi revolución personal no estaba previsto nada nuevo para el pasado domingo 14 de julio. Tal vez quedarme en cama tan tranquilo. Pero mi amigo Pedro y su encantadora familia insistieron en llevarme a Céret, ese pequeño enclave del Vallespir por el que pasaron todos los artistas del mundo y no pocos toreros.
La pequeña plaza de toros de Céret estaba, como decían los cómicos, “abarrotá”. Hace tiempo que manifiesto mi escepticismo por ese tipo de celebraciones. Pensé que el hecho de tratarse de una corrida en Francia le quitaba el incómodo calificativo de fiesta nacional. Tal vez sus orígenes tuvieron lugar en España, pero una corrida de exportación la convierte en universal.
[...] La primera sorpresa de la tarde fue escuchar a la banda interpretando Els Segadors con el público puesto en pie. A continuación las cuadrillas hicieron su paseíllo y los areneros y monosabios aparecieron en el albero tocados con barretinas rojas y fajas y alpargatas. Me fijé que en los distintos lugares del callejón figuraban en rótulos muy grandes las palabras: metges, majoral, espases. [...]
Si Dalí proclamó que el centro del mundo era la estación de Perpiñán, la plaza de Céret el día 14 de julio era otro centro de otro mundo. Profano como soy en cuestiones de la lidia iba preguntando a mi amigo Pedro el significado de los pases y la importancia de los lances. [...]
Es cruel, tal vez porque se paga para ver la muerte de un ser vivo. Pero a veces el ser vivo está a un par de centímetros de la muerte. Eso es lo que le sucedió a Fernando Cruz sobre las arenas de Céret. Revolcón, un aire de tragedia, el necesario remiendo de la taleguilla y un susto que podía acabar en tragedia en mi primer día de noviciado [...].
Entre los asistente veo a un consejero. Me acerco y nos abrazamos como el alguacilillo abraza al diestro antes de darle un trofeo. Le digo que tal vez harían bien en revocar la ley que fuerza a los catalanes a una emigración dominical. Me responde: “A ver si el Constitucional nos echa una mano”. Queda claro que el consejero es ante todo un aficionado’. (lavozdebarcelona.com, 17/07/2013)
"Coetzee al Congreso de los diputados: “Los toros no son cultura”
"‘Entre los asistentes [a la corrida de toros en Céret] veo a un consejero. Le digo que tal vez harían bien en revocar la ley que fuerza a los catalanes a una emigración dominical. Me responde: “A ver si el Constitucional nos echa una mano”’
Joan Barril, periodista, en un artículo publicado este martes en El Periódico:
‘[...] En mi revolución personal no estaba previsto nada nuevo para el pasado domingo 14 de julio. Tal vez quedarme en cama tan tranquilo. Pero mi amigo Pedro y su encantadora familia insistieron en llevarme a Céret, ese pequeño enclave del Vallespir por el que pasaron todos los artistas del mundo y no pocos toreros.
La pequeña plaza de toros de Céret estaba, como decían los cómicos, “abarrotá”. Hace tiempo que manifiesto mi escepticismo por ese tipo de celebraciones. Pensé que el hecho de tratarse de una corrida en Francia le quitaba el incómodo calificativo de fiesta nacional. Tal vez sus orígenes tuvieron lugar en España, pero una corrida de exportación la convierte en universal.
[...] La primera sorpresa de la tarde fue escuchar a la banda interpretando Els Segadors con el público puesto en pie. A continuación las cuadrillas hicieron su paseíllo y los areneros y monosabios aparecieron en el albero tocados con barretinas rojas y fajas y alpargatas. Me fijé que en los distintos lugares del callejón figuraban en rótulos muy grandes las palabras: metges, majoral, espases. [...]
Si Dalí proclamó que el centro del mundo era la estación de Perpiñán, la plaza de Céret el día 14 de julio era otro centro de otro mundo. Profano como soy en cuestiones de la lidia iba preguntando a mi amigo Pedro el significado de los pases y la importancia de los lances. [...]
Es cruel, tal vez porque se paga para ver la muerte de un ser vivo. Pero a veces el ser vivo está a un par de centímetros de la muerte. Eso es lo que le sucedió a Fernando Cruz sobre las arenas de Céret. Revolcón, un aire de tragedia, el necesario remiendo de la taleguilla y un susto que podía acabar en tragedia en mi primer día de noviciado [...].
Entre los asistente veo a un consejero. Me acerco y nos abrazamos como el alguacilillo abraza al diestro antes de darle un trofeo. Le digo que tal vez harían bien en revocar la ley que fuerza a los catalanes a una emigración dominical. Me responde: “A ver si el Constitucional nos echa una mano”. Queda claro que el consejero es ante todo un aficionado’. (lavozdebarcelona.com, 17/07/2013)
"Coetzee al Congreso de los diputados: “Los toros no son cultura”
El premio Nobel de Literatura en 2003 John Maxwell Coetzee
(Ciudad del Cabo, 1940) ha escrito a los diputados que componen la
Comisión de Cultura del Congreso para que conozcan su opinión sobre la
fiesta taurina: los toros no son cultura y no deberían declararse Bien de Interés Cultural (BIC).
El escritor surafricano les pide su voto en contra porque “el toreo es una afición arcaica”. En la carta abierta, difundida parcialmente por Servimedia, indica que las corridas de toros son “un retroceso a una época en la que la gente no se preocupaba de los sentimientos de los animales”.
“Se trata de un espectáculo violento y sangriento, una vuelta a los tiempos en los cuales el bienestar animal no se tenía en cuenta y donde el toro era sometido a tortura a manos de chavales que querían impresionar a sus amigos”, asegura el autor que reconoce que las corridas de toros “tienen una larga tradición” en este país, pero que los tiempos y sensibilidades “han cambiado”.
Por eso, el autor de Verano asegura sentirse “decepcionado” tras conocer “los nuevos pasos que están pensando tomar en pos de la protección del toreo, una actividad llamada cultural”. No es la primera vez que el autor trata el sufrimiento animal en sus libros.
En Las vidas de los animales, Coetzee publicó una serie de conferencias pronunciadas en la Universidad de Princeton, durante el curso en 1997-1998. Es una moderna fábula sobre las relaciones entre el hombre y los animales a partir de la literatura, la filosofía y profundas convicciones humanas.
Coetzee no encuentra ninguna justificación a dicha práctica: “Podemos reconocer la injusticia que supone colocar a un hábil matador, armado y bien entrenado, frente a un animal indefenso, lisiado, confundido y debilitado física y psicológicamente”. “Torturar y asesinar toros por el mero espectáculo pertenece a la Edad Oscura y no a la España del siglo XXI”, explica.
El pasado 12 de febrero, el Congreso de los Diputados apoyó la Iniciativa Legislativa Popular para declarar las corridas de toros Bien de Interés Cultural (BIC), una propuesta que contó con el apoyo de casi 600.000 firmas ciudadanas. El premio Nobel pide a los parlamentarios que se opongan a la iniciativa de “proteger el toreo como actividad cultural”, porque “la crueldad no es cultura”. (El Confidencial, 28/05/2013)
El escritor surafricano les pide su voto en contra porque “el toreo es una afición arcaica”. En la carta abierta, difundida parcialmente por Servimedia, indica que las corridas de toros son “un retroceso a una época en la que la gente no se preocupaba de los sentimientos de los animales”.
“Se trata de un espectáculo violento y sangriento, una vuelta a los tiempos en los cuales el bienestar animal no se tenía en cuenta y donde el toro era sometido a tortura a manos de chavales que querían impresionar a sus amigos”, asegura el autor que reconoce que las corridas de toros “tienen una larga tradición” en este país, pero que los tiempos y sensibilidades “han cambiado”.
Por eso, el autor de Verano asegura sentirse “decepcionado” tras conocer “los nuevos pasos que están pensando tomar en pos de la protección del toreo, una actividad llamada cultural”. No es la primera vez que el autor trata el sufrimiento animal en sus libros.
En Las vidas de los animales, Coetzee publicó una serie de conferencias pronunciadas en la Universidad de Princeton, durante el curso en 1997-1998. Es una moderna fábula sobre las relaciones entre el hombre y los animales a partir de la literatura, la filosofía y profundas convicciones humanas.
Coetzee no encuentra ninguna justificación a dicha práctica: “Podemos reconocer la injusticia que supone colocar a un hábil matador, armado y bien entrenado, frente a un animal indefenso, lisiado, confundido y debilitado física y psicológicamente”. “Torturar y asesinar toros por el mero espectáculo pertenece a la Edad Oscura y no a la España del siglo XXI”, explica.
El pasado 12 de febrero, el Congreso de los Diputados apoyó la Iniciativa Legislativa Popular para declarar las corridas de toros Bien de Interés Cultural (BIC), una propuesta que contó con el apoyo de casi 600.000 firmas ciudadanas. El premio Nobel pide a los parlamentarios que se opongan a la iniciativa de “proteger el toreo como actividad cultural”, porque “la crueldad no es cultura”. (El Confidencial, 28/05/2013)
"El Constitucional francés avala la legalidad de las corridas de toros.
El Consejo Constitucional francés avaló hoy que la legalidad de las corridas de toros en el sur de Francia
es conforme a la Carta Magna del país. El Consejo se pronunció tras la
demanda presentada por dos asociaciones, el Comité Radicalmente
Anticorrida (CRA) y la asociación Derechos De los Animales (DDA), que
exigían la ilegalización de los espectáculos taurinos.
Los
magistrados consideraron conforme a la Constitución el artículo del
Código Penal francés que introduce una excepción para que se puedan
celebrar corridas en aquellas ciudades que hayan tenido una tradición
taurina ininterrumpida.
Los denunciantes consideraban
inconstitucional que una práctica, como el maltrato animal, penada con
hasta dos años de cárcel y 30.000 euros de multa en la mayor parte del
territorio francés, no puede ser legal en una zona concreta. Pero el Constitucional considera que esa excepción es conforme a la ley.
"La
diferencia de trato instaurada por el legislador entre actos de la
misma naturaleza llevados a cabo en zonas geográficas diferentes está en
relación directa con el objeto de la ley que lo establece", indica la
sentencia.
Los magistrados señalan que deben ser los diputados quienes establezcan en qué circunstancias la corrida de toros se legaliza,
al tiempo que consideran que la actual noción de "tradición local
ininterrumpida" "no es ambigua", en contra de lo que habían señalado los
denunciantes.
La demanda había sido presentada después de que el
anterior Gobierno francés declarara en abril de 2011 que la tauromaquia
figuraba en el patrimonio cultural del país. Esa decisión llevó a los
defensores de los animales a atacar de forma más dura y ante los
tribunales las corridas de toros." (El Confidencial, 21/09/2012)
"Francia blinda los toros. Los declara patrimonio cultural inmaterial
El gobierno de Nicolas Sarkozy ha inscrito las corridas de toros en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial francés. Francia se convierte en el primer país del mundo que hace este reconocimiento al Arte de Cúchares. Esta medida tiene como objetivo "proteger la cultura taurina de Francia y afirmar el aspecto cultural de esta tradición en doce departamentos".
Desde el siglo XIX, y de forma ininterrumpida, se organizan este tipo de espectáculos en una cincuentena de ciudades de Aquitania, Midi-Pyrénées, Languedoc-Rosselló y Provenza-Alpes-Costa Azul.
El texto aprobado por el Ejecutivo francés indica que "la corrida es en gran parte depositaria de la riqueza y diversidad del patrimonio taurino francés y, más allá de eso, es constitutiva de una unidad de identidad del suroeste y sureste, a pesar de las especificidades locales de este evento en cada zona". Estas medidas de protección podrían ir acompañadas, en un futuro, por subvenciones o campañas de protección." (e-noticìes, 22/04/2011)
Desde el siglo XIX, y de forma ininterrumpida, se organizan este tipo de espectáculos en una cincuentena de ciudades de Aquitania, Midi-Pyrénées, Languedoc-Rosselló y Provenza-Alpes-Costa Azul.
El texto aprobado por el Ejecutivo francés indica que "la corrida es en gran parte depositaria de la riqueza y diversidad del patrimonio taurino francés y, más allá de eso, es constitutiva de una unidad de identidad del suroeste y sureste, a pesar de las especificidades locales de este evento en cada zona". Estas medidas de protección podrían ir acompañadas, en un futuro, por subvenciones o campañas de protección." (e-noticìes, 22/04/2011)
Comentario: los franceses, visto el ejemplo de Cataluña, no quieren que alguna protectora de animales promueva la ilegalización de los toros. Y Sarkozy mueve ficha para evitar un conflicto político entre el norte y el sur.
"Esta exageración de Francia. El que los toros se consideren un Bien (sic) de Interés Cultural.
El problema de no distinguir entre la cultura, la habilidad y la costumbre: se abre la puerta para que la Unesco distinga la tomatina de Buñol. Por otro lado no se entiende la satisfacción ibérica por la decisión del gobierno francés, si no es como fruto de una debilidad radical. Es un poco ridículo que Francia se apropie de un rito español y que aquí se celebre.
Una España fuerte e irónica, ese imposible de los siglos, habría contestado: «Nosotros también sabemos hacer la Tatin». Y digo la Tatin, porque la tarta, junto a la tradición perfumera de Grasse, ha acompañado a los toros en esta nueva oleada de bienes altamente culturales.
Se acabará de ver la magnitud de la exageración si se piensa en la posibilidad de que el fútbol alcance una categoría similar.
Lo que, visto lo visto, parece muy razonable: no creo que nadie vaya a discutir sus aportaciones estéticas ni su influencia en la lengua ni la pasión perseverante que despierta en millones de personas.
Dada esa hipótesis, piénsese ahora que a Brasil se le adelantaran los germánicos con la excusa, por ejemplo, de aquella exacta sentencia del pensador Lineker: «El fútbol es un deporte donde juegan once contra once y siempre gana Alemania».
Se deduce hasta qué punto me parece risueña la decisión francesa. Si pensando específicamente en los problemas españoles dejara de sonreír, añadiría algo sobre la desazón que provoca ver a la cultura como una señora cataplasma que acude allí donde se debate sobre la libertad. Pero como suele suceder la respuesta antitaurina acaba monopolizando, por su probada estulticia, las inquietudes retóricas.
Tanto en Francia como en España el antitaurinismo se exalta porque la cultura, vienen a decir, es incompatible con la crueldad. Lo que evidentemente supone la práctica liquidación de la cultura. A los reseñados peligros de confundir la cultura con la habilidad y la costumbre se añade este, tremendo, de confundirla con el Bien.
Y de prever para el artista el destino que sugirió Pla: «Si es un buen hombre, que lo hagan cajero del banco». Los toros pueden morir en nombre de la política, pero jamás en nombre de la cultura.
La confusión entre política y cultura es una de las señales más inequívocas del advenimiento del totalitarismo. La cultura sólo puede formar moralmente al hombre en un sentido indirecto: mostrándole como es.
Dicho lo cual aquí quedo esperando que los franceses, después de los toros, se atrevan con Céline." (Diario de Arcadi Espada, 26/04/2011)
"En el coliseo llama la atención la cantidad de público juvenil, mucho más abundante que en Las Ventas o la Maestranza, aunque tiene su explicación: los menores de 18 años pueden entrar por solo 10 euros.
Entre festejo y festejo la gente se apunta a las comidas populares de mesa corrida, donde por 12 euros uno se mata a paellas.
Los finos se recogen en el hotel Imperator. Allí Dorian, con sus siete añitos, ocupa el patio central para torear por verónicas. (...)
Quizás como premio al vestuario, el público le da a Javier Conde una oreja, que lanza a unos niños, en lo que en España sería un múltiple acto criminal. Para empezar, multa al torero por lanzarla y al empresario de la plaza por permitir la presencia de menores. En Francia los niños menores de seis años no solo no tienen prohibida la entrada, sino que acceden gratis.
En España, la alguacililla Carole Balley tampoco podría darle al matador una oreja sanguinolenta, solo una de cartón piedra. Y si, por último, la oreja fuera de verdad, el niño se la tendría que haber devuelto a un inspector de sanidad o a un policía, pero en el coso francés, ¡oh cielos! no se ve un policía, llámese municipal, autonómico o nacional.
"En los toros, España sigue bajo legislación franquista. Estamos más atrasados y además nos gusta complicarlo todo", brama el crítico taurino Manolo Molés.
Tampoco es aspecto menor que el mismo espectáculo en España dependa del Ministerio del Interior y en Francia del de Cultura, que ha dado el primer paso para que la Unesco declare la tauromaquia patrimonio de la humanidad.
"Yo creo que es el camino que seguirá España", opina Claude Sant Nicholas. Crítico taurino de un lado y otro de la frontera, ve a la afición gala menos entendida, "pero más involucrada culturalmente en la tauromaquia".
Juan Bautista ha conseguido las dos orejas y ya le sacan a hombros, ahí es nada, por la Puerta de los Cónsules. Una banda de música aguarda en el exterior de la plaza la salida del toreador para rendirle honores. En Nimes, una ciudad más cercana a París que a Madrid, las corridas de toros son algo más que corridas, son ceremonias." (El País, 23/06/2011, p. 41)
"La cámara catalana confirma el blindaje de los correbous sólo dos meses después de prohibir las corridas de toros. 114 votos a favor, 14 en contra, 5 abstenciones. (...)
La mayoría del arco parlamentario se ha sumado a la proposición de ley promovida por Convergència i Unió (CiU), que rechazó en su día las corridas apelando al maltrato de los animales, para blindar los encierros tan tradicionales en las Tierras del Ebro. La decisión ha sido muy discutida tanto desde el sector taurino como desde algunos grupos animalistas que en su caso consideran que los animales sufren en los encierros.
Iniciativa per Catalunya (ICV-EUIA), que ha deplorado la falta de coherencia de la cámara al no aceptar que el debate era tan identitario, se ha quedado sola con su rechazo a la ley y sus 12 diputados han votado en bloque. (...)
Los convergentes y republicanos han cambiado el sentido de su voto respecto a las corridas al argumentar que en los correbous no se mata al animal mientras Iniciativa y Ciutadans han coincidido en denunciar el interés electoral que hay detrás de la iniciativa. "Quieren hacerse perdonar su oposición a las corridas. Resulta que en el debate de los toros decían que no era indentitario y que era solo animalista.
Y la ley de los correbous está llena de elementos identitartios en defensa de una tradición", ha dicho Daniel Pi, de Iniciativa. La republicana Marta Cid ha defendido sin ambages el derecho identitario de la fiesta y su adecuación a la modernidad. (...)
Nadie ha invertido en el debate apenas tiempo en hablar de si es tortura colocar astas de fuego en los cuernos del animal o arrastrarlos con una soga." (El País, 22/09/2010)
Comentario: por tanto, la prohibición de los toros sí que fue un debate identitario.
"Extremadura prohíbe los toros atados y embolados (tras blindarlos Cataluña). El Gobierno de esa comunidad regula por ley los festejos taurinos populares para erradicar "cualquier atisbo de maltrato" animal. (...)
El presidente extremeño ha precisado que "formalmente" se prohíbe ahora que se puedan dar situaciones como el uso de alfileres contra el toro, como ocurría en los Sanjuanes de Coria (Cáceres), una práctica que ya se prohibió hace dos años. Sin citar expresamente a Cataluña y la fiesta de los correbous, Fernández Vara ha indicado que no entiende cómo en algunas zonas de España hay un "discurso" para las corridas de toros y otro para los festejos populares con estos animales.2 (El País, 24/09/2010)
"Hoy salvo al toro, hoy lo torturo. Cataluña avala los 'correbous' dos meses después de abolir las corridas - Cuando se trata de intereses electorales e identitarios, la defensa animal pasa a segundo plano .
Todo el mundo parece contento menos dos colectivos: los 12 parlamentarios de Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) y una decena de antitaurinos concentrados con pancartas ante el Parlament. (...)
¿Qué ha pasado entre las dos fotos de julio y septiembre? Que los dos partidos nacionalistas catalanes, CiU y Esquerra Republicana (ERC), apelando a la tradición, han cambiado el sentido de su voto. Las dos formaciones se opusieron a las corridas amparándose en el derecho de los animales a no sufrir y no torturarlos (Joan Puigcercós, de ERC, recordó la caza del zorro en Inglaterra) y despojaron su discurso de cualquier elemento identitario para que nadie les reprochara que atacaban una fiesta española. (...)
"Está claro: algunos han necesitado hacerse perdonar su voto de abolición de las corridas", sostuvo Daniel Pi, diputado de Iniciativa. "Decían que el debate de los toros no era identitario y en cambio en el preámbulo de la ley figura tres veces la palabra Cataluña ¿Por qué CiU dio entonces libertad de voto y ahora no?". Albert Rivera, de Ciutadans, en las antípodas ideológicas de los ecosocialistas, fue categórico: "Si no hubiera elecciones, no estaríamos aquí. Es una tomadura de pelo". (...)
Pero han encontrado un punto en común: que con la ley se evitarán abusos y que en los correbous, a diferencia de las corridas, no hay muerte del animal. "¿Hace falta recordar algo tan esencial? Le he dicho a un periodista americano que esto es como los rodeos", dijo Sancho. Nadie se planteó, en el debate, salvo IC, si el toro sufrirá cuando se le ponga fuego en los cuernos 15 minutos o cuando se le estire con una cuerda 30 o cuando se hace la sospechosa mención de que está prohibido someterlo a descargas eléctricas. "Los toros no van allí a tomar cañas", ironizó Rivera. (...)
Los protaurinos se han sentido traicionados y no ocultan su estupor. Joselito, ganadero y ex torero, asistió en el Parlament en el debate previo a la ILP para hablar de las corridas. Ahora se siente agraviado: "Me parece todo una farsa. Me da mucha pena la falsedad de estas situaciones. Es de un cinismo tremendo. Más ridículo hacen los políticos". Salvador Boix, apoderado de José Tomás, abunda: "Es inadmisible. Fuimos víctimas de una circunstancia".El bando animalista no se ha rasgado las vestiduras. La plataforma Prou!, que impulsó la recogida de firmas y ya está disuelta, siempre defendió que la sociedad catalana estaba preparada para firmar contra los toros pero no contra los correbous.
El territorio está eufórico. Ahora tocará cumplir el texto. No será fácil, vista la realidad de los bous. Por ejemplo: la ley vela para que reciban un trato digno. ¿Lo es tirar al astado a un canal "para que se refresque", como suelen hacer en Sant Jaume d'Enveja? Otro ejemplo, el texto dice que durante un bou capllaçat habrá que retirar obstáculos del recorrido. Cualquiera que haya estado sabe que se suele cortar el tráfico, sí: pero ni se retiran coches aparcados ni siquiera las mesas de las terrazas. También fija la edad mínima para participar, 14 años, cuando ahí está el pueblo entero; no todos corren, pero mirando, hay desde abuelas hasta bebés." (El País, 24/09/2010)
"RTVE se une a la corriente antitaurina y veta las corridas. La televisión estatal considera que la lidia es "violencia con animales".TVE sí seguirá emitiendo los encierros de sanfermines
La televisión estatal da otro rejonazo a la tauromaquia. En principio, RTVE justificaba la renuncia a retransmitir este tipo de festejos en su discreta audiencia. Posteriormente, alegó problemas presupuestarios, incompatibles con el alto coste de los derechos.
Ahora se escuda en que los espectáculos taurinos se celebran en horario de protección de menores para proclamar que abolirá las corridas de sus parrillas. Con esta decisión, la televisión pública da la espalda a la lidia, al igual que hizo el pasado verano el Parlamento de Cataluña, cuando prohibió la celebración de corridas en su territorio a partir del 1 enero de 2012. (...)
El Manual de Estilo de RTVE, entregado a finales de diciembre en la comisión mixta de Control del Congreso y el Senado, encuadra la lidia dentro del capítulo titulado 'Violencia con animales' y especifica que la cadena pública "no emitirá corridas de toros por su horario, generalmente coincidente con el horario protegido o de especial protección para la infancia". La franja infantil se extiende desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche.
En el documento, la corporación estatal especifica que los niños pueden ver con angustia la violencia ejercida sobre los animales, "por lo que debemos evitársela por todos los medios".
Pese a todo, RTVE asegura que no es indiferente a la relevancia que tiene el mundo de la tauromaquia ni a su influencia en muchos aspectos socioculturales y por ello debe reflejar su actualidad en la programación. Para cumplir este objetivo ofrecerá programas "específicos" en TVE y RNE (donde son ya clásicos los espacios Tendido Cero y Clarín) y hará un seguimiento informativo de los "aspectos artísticos, literarios, medioambientales y sociales" sobre el toro de lidia y la tauromaquia. TVE sí seguirá emitiendo los encierros de sanfermines." (El País, 08/01/2011)
"Por supuesto, no es el caso presentar argumentos a favor o en contra de mantener las corridas de toros, como suele decirse: quienes tienen que justificar la insólita medida son los que han decidido prohibirlas parlamentariamente. (...)
Pero que un Parlamento prohíba una costumbre arraigada, una industria, una forma de vida popular... es algo que necesita una argumentación muy concluyente. La que hemos oído hasta la fecha dista mucho de serlo. (...)
¿Son las corridas una forma de maltrato animal? A los animales domésticos se les maltrata cuando no se les trata de manera acorde con el fin para el que fueron criados. No es maltrato obtener huevos de las gallinas, jamones del cerdo, velocidad del caballo o bravura del toro. Todos esos animales y tantos otros no son fruto de la mera evolución sino del designio humano (precisamente estudiar la cría de animales domésticos inspiró a Darwin El origen de las especies). (...)
Tratar bien a un toro de lidia consiste precisamente en lidiarlo. No hace falta insistir en que, comparada con la existencia de muchos animales de nuestras granjas o nuestros laboratorios, la vida de los toros es principesca. Y su muerte luchando en la plaza no desmiente ese privilegio, lo mismo que seguimos considerando en conjunto afortunado a un millonario que tras sesenta o setenta años a cuerpo de rey pasa su último mes padeciendo en la UCI.
¿Son inmorales las corridas de toros? Dejemos de lado esa sandez de que el aficionado disfruta con la crueldad y el sufrimiento que ve en la plaza: si lo que quisiera era ver sufrir, le bastaría con pasearse por el matadero municipal. Puede que haya muchos que no encuentren simbolismo ni arte en las corridas, pero no tienen derecho a establecer que nadie sano de espíritu puede verlos allí.
La sensibilidad o el gusto estético (esa "estética de la generosidad" de la que hablaba Nietzsche) deben regular nuestra relación compasiva con los animales, pero desde luego no es una cuestión ética ni de derechos humanos (no hay derechos "animales"), pues la moral trata de las relaciones con nuestros semejantes y no con el resto de la naturaleza. (...)
¿Es papel de un Parlamento establecer pautas de comportamiento moral para sus ciudadanos, por ejemplo diciéndoles cómo deben vestirse para ser "dignos" y "dignas" o a que espectáculos no deber ir para ser compasivos como es debido? (...)
A mí esta prohibición de los toros en Cataluña me recuerda tantas otras recomendaciones o prohibiciones semejantes del Estatut, cuya característica legal más notable es un intervencionismo realmente maníaco en los aspectos triviales o privados de la vida de los ciudadanos.
En cambio no estoy de acuerdo en que se trate de una toma de postura antiespañola. No señor, todo lo contrario. El Parlamento de Cataluña prohíbe los toros pero de paso reinventa el Santo Oficio, con lo cual se mantiene dentro de la tradición de la España más castiza y ortodoxa." (Fernando Savater: Vuelve el Santo Oficio. El País, 29/07/2010)
"Editorial de El País (...)
En perfecta simetría identitaria de distinto signo se han situado el PP y ERC. El anuncio de Mariano Rajoy de que su partido intentará una declaración de la lidia como patrimonio cultural, lo que dificultaría su prohibición en otras comunidades autónomas, es una nueva estrategia electoralista que busca añadir tensión a las relaciones entre el Estado central y las autonomías en un momento particularmente inoportuno.
ERC, por su parte, ha esgrimido su rechazo al maltrato animal en una débil argumentación que desenmascara su estrategia, toda vez que no han incluido en la prohibición el correbous, una tradición taurina del sur de Cataluña que rivaliza en crueldad con las clásicas corridas.
Reivindicar una aproximación a la decisión del Parlamento en los términos que establece el Estado de derecho, y no en los de las entelequias identitarias, no significa cerrar los ojos a los intentos de instrumentalizarla por parte de los partidos que se reclaman abiertamente de un credo nacionalista o de los que lo hacen de manera encubierta.
Son estos partidos los que se enfrentan a una contradicción, no los que se limitan a exigir el cumplimiento de las leyes y a respetar las decisiones que se adopten dentro de ellas.
Combatir la silueta del toro sustituyéndola por la de un burro era hasta ahora una gracieta. Si la abolición de las corridas de toros se interpreta como un medio para convertir la gracieta en prueba obligatoria de la catalanidad de los ciudadanos, todo lo que los catalanes habrán ganado en simbolismo lo habrán perdido en libertad.
Porque de lo que se trata es de que los ciudadanos puedan sentirse catalanes, españoles o ambas cosas a la vez con independencia de lo que piensen de las corridas o de su abolición. De la silueta de un toro o de la de un burro." (El País, 29/07/2010)
"Inglaterra habla de decisión nacionalista. The Times considera que la prohibición es para "distanciarse" de España.
La prohibición de las corridas de toros en el Parlament es noticia de portada en periódicos británicos como The Times, Financial Times, The Guardian o The Independent, según recoge la ACN. El primero, en la editorial, considera que "no fue la simpatía por los 250 mil toros que sufren una muerte lenta y con tortuosa en la plaza cada año lo que ha motivado Barcelona. Fue la fuerte insistencia para ampliar la distancia con el resto de España el que ha garantizado la prohibición".
El rotativo económico 'Financial Times' también dedica un espacio en la portada para Cataluña. Con el titular 'Cataluña prohíbe el toreo a medida que la oposición al espectáculo crece', el diario presenta el debate entre los protaurins y los antitaurinos. El corresponsal del 'Financial Times' indica que "los abolicionistas siempre han tenido más posibilidades de éxito en Cataluña porque el país quiere diferenciarla de la España de España y Andalucía, donde la tradición taurina es más fuerte".
El diario 'The Guardian' destaca que la prohibición es una "buena noticia para los toros, ya que prohíbe las horribles y barbàriques corridas". 'The Daily Telegraph errores y titulaciones que Catalunya es "la primera región de España en prohibir el toreo", obviando la decisión del parlamento de las islas Canarias, a principios de los años noventa.
El rotativo británico 'The Independent' también recoge la noticia, que enfoca desde un punto de vista político. "Cataluña vota prohibir el toreo en una decisión nacionalista". (e-noticìes, 29/07/2010)
" Corrales, a su lado, felicitaba a un exultante Anselmi. Entre cámaras y besos, el portavoz de Prou! se llevaba las dos orejas y el rabo.
Curtido como lobista en el Parlamento Europeo, y formado en marketing estratégico, admitía que lo mejor que le puede pasar a su causa es que acabe en el TC. "Son pasos que se podrán ahorrar en futuras iniciativas parecidas", decía divertido. Y no descartaba ceder el conocimiento adquirido ("el 80% de nuestro trabajo no lo hemos utilizado") para iniciativas similares en el resto de España. Los antitaurinos, con la primera victoria, avisaron: "Hoy empieza la cruzada de la abolición". (El País, ed Galicia, Revista de Verano, 29/07/2010, p. 33/4)
"- Alfonso Guerra. "Que se prohíban actividades privadas por razones identitarias refleja el drama de la élite política catalana, que solo actúa como afirmación propia, negando la existencia de España; hay que estudiar si las Cortes podrían adoptar alguna medida que anule la decisión tomada". (...)
- Salvador Távora, director escénico. El primer toro que se prohibió en Cataluña fue a Salvador Távora, para su espectáculo Carmen. Él recurrió la decisión y ganó por dos veces en el Tribunal Superior de Justicia y en el Tribunal Supremo. "Aquello fue un anuncio: si hubiéramos estado unidos todos a lo mejor no había ocurrido esto".
- Calixto Bieito, director de ópera y teatro. "Qué prohibición más bestia, y eso que he ido a pocas corridas, pero tengo clarísimo que los toros son un arte. Creo que lo que tenemos que hacer es no votar a nadie de los que han estado a favor de la prohibición de los toros: me indigna profundamente que se prohíba así una fiesta con las raíces que tiene en Cataluña y en toda España, es arte en estado puro". (...)
- Manuel Vicent, escritor. "La sensibilidad moderna ya no es compatible con un espectáculo lúdico que fundamentalmente consiste en la tortura y muerte de un animal en medio de un jolgorio público. Aparte de esto, se trata de un festejo cruel pasado de moda y soberanamente aburrido. La fiesta nacional está más pasada que una carrera de sacos. Aunque no soy partidario de prohibir nada, me parece muy bien este descabello".
- Jaume Sisa, cantante. "Que la Generalitat de Cataluña catalanice por decreto ley la fiesta de los toros, que los toros tengan denominación de origen de la Plana de Lleida, que los toreros usen barretina, en vez de montera y que, en lugar de pasodobles, se toquen sardanas".
- Luis Eduardo Aute, músico. "Prohibir una tradición cultural es un despropósito. Esto no es una fiesta, es un rito. Se representa en él la vida con todas sus consecuencias: la vida, la muerte, la provocación, el miedo, la estética, el ritmo, la medida. No creo que tenga graves consecuencias más allá de las circunstanciales o territoriales". (...)
- Eduardo Arroyo, artista. "Es una situación de empobrecimiento para Cataluña. Es una tentativa de automarginación, de aislamiento, un error monumental. La actitud de los políticos ha sido de una irresponsabilidad increíble. Si Lluís Companys levantara la cabeza, volvería al hoyo. Pero las consecuencias serán ínfimas".
- Felipe Benítez Reyes, escritor. "No me parece bien ni mal. Si unos representantes parlamentarios así lo deciden, no pasa nada. No podemos negar que el toro sufre. Comprendo que a una parte cada vez mayor de la sociedad le resulte censurable".
- Carlos Marzal, escritor. "Lo ocurrido en el Parlamento me parece un ejercicio de cinismo político y de hipocresía moral". (...)
- Víctor Gómez Pin, pensador y ensayista. "Si el Parlamento vota la abolición de las corridas de toros lo único que cabe esperar es que algún día haya una propuesta en sentido inverso que las restablezca. Pero acciones como presentar un recurso de inconstitucionalidad solo servirían para darnos la puntilla y para encerrarnos en un gueto".
- Enrique Ponce, más de veinte años como figura del toreo. "Quien tenía la fuerza para que esto no ocurriera es el PSC. Hay una gran incongruencia dentro del partido: en Andalucía lo declaran bien cultural, en Cataluña lo prohíben, y en medio está su presidente, que es socialista y que se lava las manos".
- Miguel Ángel Perera, matador. "Es lamentable que se le haga tanto caso a la gente a la que no le gusta algo; hay que respetar y saber que esto es una profesión, no un capricho. A mí hay cosas que no me gustan y en las que no participo, pero las respeto". (El País, 29/07/2010)
"La propietaria de Casa Leopoldo, Rosa Gil, denuncia en una entrevista en El Periódico que la prohibición de las corridas de toro...
"es una puñalada por la espalda" que obedece al enfrentamiento político entre los principales partidos catalanes. "Con esta decisión Barcelona pierde libertad de expresión. Hay para emigrar", lamenta.
Sin embargo, admite que la fiesta en Cataluña agonizaba y reconoce que "me hacía mucha pena ver lo que estaba pasando. Las últimas temporadas, excepto cuando venía José Tomás, el aforo apenas cubría un tercio o media entrada.
Yo me decía: 'bien, se está acabando', pero hubiera sido mejor que hubiera acabado sola. Ahora me pregunto si es mejor quedar como víctima de una injusticia o como una imbécil que seguía yendo a un espectáculo que se estaba muriendo". (e-noticìes, 29/07/2010)
Yo me decía: 'bien, se está acabando', pero hubiera sido mejor que hubiera acabado sola. Ahora me pregunto si es mejor quedar como víctima de una injusticia o como una imbécil que seguía yendo a un espectáculo que se estaba muriendo". (e-noticìes, 29/07/2010)
"La prohibición, tristemente, se hizo realidad.
El brazo ejecutor ha sido la política, que rechaza la fiesta de los toros por su identidad con España, pero el terreno estaba abonado y en celo desde que en 1965 falleció Pedro Balañá Espinós, uno de los más grandes empresarios taurinos de la historia. Muerto don Pedro, nadie siguió su estela, y, mientras languidecía la afición, ocupaba su terreno la política, que ha minado, sin prisa pero sin pausa, todos los cimientos taurinos de Cataluña hasta alcanzar su objetivo final. (...)
Porque el problema más grave es que muchos aficionados de bien desertan cada año de las plazas, cansados de soportar con estoicismo un espectáculo caro, caduco, aburrido y manipulado. Es un hecho que se ha desnaturalizado al toro, y ya no es ese animal poderoso y altivo de otros tiempos, sino un enfermo inválido que produce lástima y pena.
El fraude se ha abierto paso con arbitraria impunidad. Ya no se habla del afeitado, pero existe la sospecha generalizada de que pocos toros salen con los pitones intactos; hablar de sustancias que modifican el comportamiento de los animales -drogas, al fin y al cabo- está maldito.
Se ha perdido el respeto por el protagonista de la fiesta. Y los toreros ya no son héroes, sino enfermeros con aspiración de bailarines. Se juegan la vida, claro que sí, pero no emocionan. Los ganaderos están al servicio de las llamadas figuras, no mandan en sus fincas y se han despojado libremente de la distinguida dignidad que les confiere su condición de genetistas autodidactas. Entre todos ellos, toreros, ganaderos, empresarios, apoderados, etcétera, han convertido la fiesta en una farsa; en un engaño... (...)
Algo de todo esto explicaría que el taurinismo se haya dejado ganar la partida en Cataluña. Ante un paulatino cambio de usos sociales y la presión continuada de los nacionalistas, los taurinos se retiraron a sus cuarteles de invierno y dieron por perdida una comunidad que había sido santo y seña de la fiesta de los toros. La nueva situación exigía planteamientos imaginativos y nuevos métodos, y eso es pedir demasiado a un colectivo tan inmovilista. (...)
¿Cuántos de todos estos, que tanto se lamentan hoy, han apoyado de verdad a los aficionados catalanes, que se han dejado la piel en el intento solitario, tan osado como ingenuo, de hacer frente a los políticos? (...)
Con toda seguridad, habrá nuevos sobresaltos, pero el más duro y el más peligroso seguirá siendo, sin duda, el abandono constante de un espectáculo que ha perdido todo el interés de antaño.
Éste es el verdadero problema y no el lamento vano. ¿Será posible que el taurinismo andante deje de mirarse el ombligo y afronte el presente y el futuro de la fiesta con la crudeza necesaria? ¿Seguirá siendo una utopía la presencia del toro bravo? ¿Alguien pondrá coto a la sangría que sufre la fiesta?" (ANTONIO LORCA: Lágrimas de cocodrilo, El País, 29/07/201, p. 38)
"Agustín Díaz Yanes, cineasta, en declaraciones a Efe recogidas por el portal Burladero el 28 de julio de 2010.
“Por primera vez en mi vida en las próximas elecciones no votaré al PSOE y lo he hecho desde el 77. Votaré en blanco, es lo que me han dejado. [Es una] tragedia cultural para los catalanes, una memez trágica. Prohibir tiene que ser muy sopesado y debe haber una gran conciencia social. [Espero que] quienes han votado a favor [del veto] se den cuenta de lo que el taurinismo ha significado en Cataluña. Esta decisión no responde a lo que pide el pueblo catalán. Una gran culpa la tiene el Partido Socialista de Cataluña”. (lavozdebarcelona.com, 28/07/2010)
"Gregorio Luri, Doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona y profesor de Filosofía en la UNED, en un apunte en su blog el 28 de julio de 2010.
‘[...] No es que Cataluña se singularizase por el fervor de la pasión taurina colectiva. El arte de Cúchares se había convertido en una afición de minorías que estaba condenada a desaparecer en poco tiempo, pero los parlamentarios catalanes, han decidido que había que darle la puntilla.
En los tiempos del franquismo había un ministro de información que consideraba que la labor legislativa del gobierno tenía una función suprema: dirigir al cielo el mayor número posible de almas hispanas. Hoy ya no nos conducen hasta el cielo, pero están empeñados en elevar nuestra moralidad colectiva dando carácter legal a la indignación moral, porque lo que molestaba de los toros no era lo que se hacía con ellos, sino que la tauromaquía fuese un espectáculo (que, por cierto, sólo llenaba la plaza cuando venía José Tomás).
Tiempos raros, estos nuestros en los que se puede abortar en una clínica privada y pasarle la factura a la administración, pero está prohibido hacer lo mismo si llevas tu hijo a una escuela privada o, si simplemente, te sometes a un tratamiento de fertilidad en una clínica privada.
Si el aborto fuera un espectáculo público, no tengo ninguna duda de que sería prohibido.
Hoy es inmoral todo lo que molesta a una visión del mundo caracterizada por su ceguera selectiva.
El alcalde de Lleida se lo decía a los musulmanes la semana pasada: molestarían menos si se dedicasen a rezar en sus propias casas’. (lavozdebarcelona.com, 28/07/2010)
‘[...] Cada día lamento no ser un novelista. De serlo, ahora pegaría a los muros de la plaza, con un poco de saliva, estas preguntas y respuestas de una encuesta que ha hecho el periódico.
¿Está a favor de la ILP que pretende prohibir las corridas de toros en Cataluña? ¿Por qué?
Estoy en contra porque soy español.
¿Esta iniciativa obedece únicamente a la preservación de los derechos de los animales?
Los animales no tienen derechos, a diferencia —ciertamente sorprendente— de los nacionalistas.
Si se aprueba la ley, ¿qué se perderá culturalmente en Cataluña?
Nada. Culturalmente en Cataluña no hay nada que perder’. (lavozdebarcelona.com, 28/07/2010)
"Javier Valenzuela, periodista, en un artículo publicado en elpais.com el 28 de julio de 2010.
‘[...] Con independencia de las razones que hayan llevado a votar en una u otra dirección a los parlamentarios catalanes, es posible ser abolicionista en España sin ser separatista. No creo que lo sean los madrileños que han firmado la citada petición y conozco mucha gente españolísima que se siente molesta con la sangre y el sufrimiento de las reses en nuestras plazas.
Que nuestros parlamentos -antes el canario, hoy el catalán, mañana tal vez el madrileño- debatan sobre asuntos que interesan a una parte sustancial de la ciudadanía es un signo de salud democrática que no debiera inquietar a nadie. Que los grupos den libertad de voto a sus diputados es algo que, francamente, debería generalizarse.
Ello contribuiría a mejorar el prestigio de una clase política identificada hoy, entre otras cosas, a la disciplina leninista de partido.
Dicho lo cual, servidor, de ser parlamentario catalán, que no lo es, se hubiera abstenido o hubiera votado en contra de la abolición. El sufrimiento de los animales en la plaza me revuelve las tripas, pero también valoro el esteticismo de la fiesta, la estupenda literatura que produce (va por ti, maestro Joaquín Vidal) y el argumento de que sin ella los toros de lidia desaparecían de la Península.
Aún más, me estremezco al pensar que si las corridas desapareciera las dehesas se convertirían en más urbanizaciones, más campos de golf, más de lo que no necesitamos en absoluto’. (lavozdebarcelona.com, 28/07/2010)
“Esto [el proceso para prohibir las corridas de toros en Cataluña] tiene una motivación política y lo de los animales no tiene nada que ver, porque si no irían también contra los correbous. Los toros son la fiesta nacional española, y muchos no pueden soportar eso”. (lavozdebarcelona.com, 28/07/2010)
" Salvador Sostres, periodista y empresario, en un apunte en su blog de elmundo.es el 27 de julio de 2010.
‘[...] El nivel del debate en Cataluña está por los suelos. La devastación moral es total. Los mismos comunistas que se declaran antitaurinos y que acuden cada tarde a las puertas de la plaza Monumental a llamarles torturadores y asesinos a los que van a los toros, son los mismos que luego participan en manifestaciones en favor de Castro o de Hamas. Los derechos de los animales, sí. Pero a los cubanos que les den y viva el terrorismo.
A pesar de que no es la tendencia mayoritaria, también está el sector independentista que quiere abolir los toros por considerarlos españoles o españolistas. De un lado, reclaman libertad para Cataluña; del otro, limitan la libertad en Cataluña. No es casualidad que tengamos unos gobernantes tan necios e iletrados, y en el fondo, mucho peor que ser Montilla, es ser uno que ha votado a Montilla o que con su voto le ha encumbrado hasta su actual silla.
Es bastante probable que mañana se prohiban las corridas en Cataluña. Se prohibirán por pretender defender los derechos de los animales, cuando en realidad tal cosa no existe. Se prohibirán en nombre de unos toros que tampoco existirían si no fuera por la lidia. Y puestos a hacer comparaciones, aunque sean un poco ridículas, ni al toro menos afortunado le causa la muerte en la plaza el espanto que vacas y bueyes sufren en el matadero. Algunos se mueren de infarto al ver lo que les pasa a sus “compañeros”.
Y, por supuesto, aunque en segundo lugar, se prohibirán los toros por ser un símbolo español, cuando son un mito griego, que entró en la península a través de Empúries. Siempre Barcelona ha sido una de las primeras plazas taurinas, y aquí Manolete y José Tomás han sido más comprendidos que en cualquier otra parte.
O sea, que se prohibirán por nada, y haremos el ridículo. El drama de esta gente, y créanme: de toda Cataluña, no es que sean animalistas, vegetarianos o independentistas. Es que son cortos, ignorantes, muy estúpidos’. (lavozdebarcelona.com, 27/07/2010)
"Una de las voces más importantes en alzarse en defensa de los toros ha sido la de la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde.
Las corridas de toros "claro que son cultura", "tienen mucho sentido" y "plena vigencia en 2010", pues se enmarcan dentro de las "artes de representación de la vida".
"Yo soy aficionada, vaya por delante", ha revelado la titular de Cultura en una entrevista en la cadena Ser, recogida por Efe, en la que ha mostrado su respeto por la decisión del Parlament. "Son un ritual que nos enfrenta a dilemas de la existencia muy profundos, que tienen mucho sentido en pleno 2010, mucha vigencia", ha concluido la ministra." (Público, 29/07/2010)
"El toro, fiero animal, mítico y mágico de la Europa mediterránea, ha formado parte de la cultura ancestral de los pobladores de la península ibérica, cuya forma recuerda la de su piel desollada.
El transcurso del tiempo, sin embargo, ha transmutado el rito en espectáculo, humanizando lo que en principio fue religioso.
Ahora bien, como cualquiera otra actividad humana tiene sus entusiastas y sus detractores, radicales porque despierta significados ocultos en el subconsciente colectivo y levanta pasiones, irracionales por definición, sean en su pro o en su contra. (...)
Para comprender cuanto digo invito al lector a que imagine otros espectáculos, el cine, el teatro, los conciertos, el circo o cualesquiera manifestaciones deportivas, y muy especialmente el boxeo.
Nadie entendería hoy (ayer y anteayer, sí) que una ley de quien fuere competente prohibiera las representaciones escénicas en bloque y ni siquiera en aspectos sectoriales como la zarzuela, la ópera, la revista o cualquier otro tipo de función, ni que eliminara los rings de la lucha libre o hiciera desaparecer las carpas bajo cuyas lonas exponen la vida tantos artistas y se juega con animales enjaulados cuya sumisión se consigue con un proceso educativo muy duro y a veces cruel. (...)
En la tauromaquia hay espectáculo con sangre, sufrimiento y muerte pero también arte, el arte de Cúchares, valor, ritmo y gracia, belleza en suma y reconocimiento de la dignidad del toro de lidia, producto ecológico y muestra de la biodiversidad. Al toro le conviene también tal que al hombre la calificación de Heidegger como "ser para morir". Y en fin, hay un público. Sin él las corridas como espectáculo no podrían existir.
La gente es un elemento esencial. Ese público no es una masa sin rostro, un gentío vociferante a veces y otras en silencio, un silencio estremecido cuando la lidia se sublima en belleza o ronda la muerte. Es una suma de personas cuyo denominador común es la afición, el gusto por la fiesta y su deseo de estar allí, respetable como el distanciamiento, la indiferencia o la aversión de quienes se quedan fuera del coso.
En nombre de esa división de opiniones, de esa bendita heterogeneidad social y cultural, sentimental también, base del pluralismo político, tengamos la fiesta en paz y respetemos la libertad de ir y de marchar, de estar y de quedarse, sin imposiciones ni trágalas que manchan y degradan la convivencia democrática. (...)
Dejemos, pues, a quienes defienden o atacan la fiesta de los toros en su debate sin fin pero sin acudir al remedio fácil de prohibir lo que nos disgusta como individuos o como grupo. Eso se ha llamado desde antiguo censura y exhala un inconfundible tufo totalitario." (RAFAEL DE MENDIZÁBAL: Regular no es destruir, El País, 29/07/2010)
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