viernes 16 de mayo de 2008
Chema Caballero
Permitidme subir el post de la semana hoy ya que tenemos con nosotros al Ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, durante el fin de semana y quiero estar con él todo el tiempo que pueda. Como sabéis es extremeño y catalán. Nació y vivió en Valverde de Leganés, una parte de su familia procede del Valle de Matamoros. Emigró a Cataluña y ha sido Alcalde de Hospitalet de Llobregat y Presidente de la Diputación de Barcelona.
El pasado martes estuve en Madrid en una conferencia de Jose María Caballero, misionero javeriano de Castuera, buen amigo y Medalla de Extremadura. Desde 1992 está en Sierra Leona, África. Entre otras cosas, trabaja desde entonces en un programa destinado a los que fueron niños soldado. Dijo una frase en medio de otras muchas: "Hay países tan pobres que, por no tener, no tienen ni guerras, porque las guerras siempre se producen donde hay algo que llevarse". Chema puso de manifiesto que nada es por casualidad. Mientras muchas personas morían en Sierra Leona hace años porque existían los diamantes, la prensa internacional se ocupaba en portadas por todas partes de una becaria y un Presidente.
Por cierto, este Blog es como es, con sus virtudes y sus defectos, y así seguirá hasta que queramos y podamos. Lo que nunca será es una fábrica de rencores.
Un abrazote amigos y amigas.
Guillermo
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Hola:
Felicito a Raimundo por su acertado mensaje, la humanidad está condenada a no aprender de los errores.
Quisiera responder a la pregunta lanzada por Tony Mendez ¿valoramos a los que tuvieron que emigrar o sólo a los que triunfan?
Sólo a los que triunfan amigo, a los que vienen con la arrogancia y la prepotencia, a los que olvidaron sus raices y les ponemos alfombras y les hacemos honores como si de un Dios se tratara.
¿Cuanto tardará en olvidar el Ministro Corbacho las peticiones que le han echo los diferentes agentes con los que se ha reunido?pues muy sencillo antes de llegar a Talavera. Jubilaciones anticipadas para los trabajadores del campo cuando cumpla 55 años, Ah! bueno dirá ahora si necesitamos personas para trabajar en el campo como es que necesitais inmigrantes? claro él se fue con 13años pues no tiene ni idea lo que es coger con 60 años la uva en pleno Agosto cuando está cayendo 45grados............ (...) Mi pregunta es ¿no merecería el pueblo de la Albuera una medalla de Extremadura por la unión que tiene todo un pueblo de apenas 2000 habitantes, por su trabajo callado y silencioso?¿tenemos que esperar a que una cadena de televisión nacional le de el reconocimiento que se merecen para que después nosotros lo hagamos?
Como extremeña de Fuente del Maestre propongo a la Albuera para la Medalla de Extremadura.
Saludos-
Escribí anteriormente, valorando a Chema, pero voy más allá, ¿valoramos a los demás extremeños que tuvieron que emigrar? ¿O solo aquellos que triunfan?. Bastantes son los que emigraron y tienen importantes carguitos ¿Esos no interesan?. Artistas que trabajan hoy en Extremadura y para ella ¿Son valorados? O se marchan fuera y cuando allí habla la prensa de ellos, decimos orgulloso “Ese es extremeño”, “Ha triunfado un extremeño”.
Nuestra administración a veces es tan ciega como la sociedad, que en igualdad reconoce más al extremeño de fuera que al que hace lo mismo dentro, otras veces mete la “pata” con un mediocre reconociéndole hasta la saciedad y ayudándole, lo que no hace con los que luchan en Extremadura y pasean orgulloso el nombre de nuestra región siendo reconocidos a nivel nacional, pero como estos vuelven por que residen aquí y si hablamos de él, decimos: ¡Ay Pepito, que se creerá!.
Me pongo de rodillas para aquellos extremeños, ilustres e universales, que han luchado fuera porque aquí nada tenían que hacer, y abrazo por la cercanía aquellos extremeños que luchan desde nuestra Extremadura, y porque ahora se aprecian las cosas mejor, nuestra tierra se verá cada día más grande. Un fuerte abrazo para todos Uds.
Sr. Presidente, nos habla de dos nostalgias, dos destinos… dos emigraciones.
La enorme, la del campesino (la del sr. ministro-alcalde) a Hospitalet (y a Europa, América), y la restringida del hijo del campesino al seminario (para estudiar). Y luego, misionero… o casado.
Se emigra para tener un nivel de vida digno. Se consigue, se enriquece el país (España, Alemania) a base de horas extras no pagadas, y cuando crees que puedes respirar, aparecen otros emigrantes que vuelven a trabajar diez y doce horas sin contrato. De África, de Europa, de América. Que amenazan tu trabajo.
¡Y encima Madrid nos roba! ¡Y subsidiamos a los gallegos para que sigan tocando la gaita!
Así que acabas disculpando que a los inmigrantes se les discrimine por el idioma (el de las élites en Cataluña, Estonia y ¡Holanda!); por la raza (gitana) en Italia; que vivan en guetos en Francia; que las madres no puedan reunirse con sus hijos; o que se les almacene en escuelas-gueto; que se piense en campos de retención para los que escapan del hambre; o que se encierre al que no tenga papeles (como en Australia).
Activamos todos los mecanismos de la humillación social, que tan bien conocimos mundo adelante. Los que siempre utilizan las élites económicas para disponer de un sumiso remanente de millones de trabajadores ilegales en construcción, turismo y agricultura (con salarios bajos). Lo que éramos nosotros, después los turcos, y ahora todos.
¿Cómo lo ve desde África un misionero, sr. Presidente? ¿Igual que nosotros cuando éramos emigrantes? Y el sr. Ministro-alcalde ¿Cree que un inmigrante en Cataluña debe tener mejor atención médica que un inmigrante en Galicia? Por bilateral.
Y es que veinte años no son nada, sr. Presidente. Hasta el hambre vuelve…
Un saludo a todos