Camino de Santiago
Ocho de la mañana. Plaza del Obradoiro. Aquí estamos para celebrar la reunión de Presidentes y Secretarios Generales del PSOE, denominada Consejo Territorial. He salido a dar un paseo y en esta hemosa Plaza me he encontrado a tres peregrinos que acababan de llegar. Víctor, Juan y Alberto. Dos extremeños y un andaluz. Lo último que pensaban era que los recibiera en la puerta de la Catedral su presidente... Pero nos hemos saludado con la alegría que da ver a alguien de la familia cuando estás fuera de casa. Y se me ha ocurrido que pudiéramos hablar de esa experiencia, si es que algunos la habéis tenido. O que hablemos del valor que se le da a un encuentro cuando se produce lejos. O sencillamente, de un sábado cualquiera en cualquier plaza. (...)
Un abrazote.
Guillermo
Guillermo
-
Esa plaza es, al menos para mí, el lugar más bello de España. Es alfa y omega de todo camino. Mi padre estudió en el Hostal cuando aún estaban los laboratorios en su primera planta. Desde chico me impresionó ver, unos metros más allá, por la rua de San Francisco, en la fachada de la Facultad de Medicina, en lugar de santos y escenas bíblicas, aquellos cirujanos operando. Galicia, como Extremadura, siempre en el camino difícil. Ruega al apóstol por los de aquí. No creo que nadie se lo tome a mal. Saludos a Raimundo.
-
¡Blogueros en el Camino! Y yo sin enterarme. El sr. Presidente en coche, Fernando a pie.
Fernando, si todavía estás por aquí, puedes contestar a este mensaje, para “kedar” en el sitio que me indiques (la Plaza del Obradoiro, por ejemplo).
Si ya estás de vuelta, cuéntanos como es eso de caminar. Yo os contaré cómo es eso de veros llegar.
Un saludo a todos (los caminantes)
-
No, Raimundo no estoy en Santiago. Pero me alegra saber que eres santiagués. De la plaza Cervantes a la estación. Espero poder conocerte algún día. Yo, que no nací en Galicia, también soy gallego. Rua del Villar que no se acaba, que va con uno para los restos. Saludos.
-
Hace un puñao de años, regresaba en solitario desde Budapest hasta Badajoz en tren con mi mochila al hombro y mi guitarra...
Fue un viaje maravilloso donde conocí a gente maravillosa y viví alguna aventura propia de una novela. (...)
Y cuando estaba (otra vez sólo) en mi última etapa por tierras francesas escuche por primera vez en mucho tiempo unas palabras en castellano. No es descriptible la alegría que sentí, salí del compartimento corriendo para saludar y hablar en mi idioma:
-hey!! sois españoles -dije-
-somos catalanes -contestó secamente una rubia.
y volví a mi compartimento.
Creo que no hablé con nadie más hasta que bajé del tren en Cáceres y mis padres corrieron a abrazarme.
un saludete
cdb -
Julio de 2007. Un grupo de 60 personas, chicos y chicas de catequesis de confirmación junto con varios monitores, catequistas y dos sacerdotes, mochila al hombro iniciamos nuestro peregrinar por tierras gallegas, desde Tui hasta Santiago. La dureza del camino, el salvar las dificultades, la falta de comodidades, la solidaridad y ayuda, la dinámica del grupo,..., el fin del camino... La plaza del Obradoiro llena de nuestros cánticos y referencias a nuestra procedencia: extremeños... abrazos, besos, lágrimas, por haber conseguido llegar a la meta... meta que para mí tiene un significado diferente que para estos jóvenes a los que acompaño: superar una prueba que en mis circunstancias personales me parecia un reto insuperable... y,como este mundo es un pañuelo, en la cola para visitar el sepulcro del santo estaba ella... nos habíamos conocido unos meses antes, era la ponente de unas conferencias sobre enfermedad y felicidad, y también había pasado por un proceso oncológico... imaginaos la emoción del momento y del reencuentro... y cosas de la vida, no hemos vuelto a encontrarnos de nuevo.
Besos
Mª Jesús
-
Las hay de cal, las hay de arena.
Descansando en la coqueta terraza de la cafetería del hotel Café de Rome en Dakar (Senegal), con cerveza FLAG incluida, oigo a gente hablando la lengua de cervantes en la entrada de la terraza. Mi colega y yo alzamos el tono de voz para hacernos oír e intentarles llamar la atención. Cuál es nuestra sorpresa que cuando los "blancos" se dan cuenta que somos españoles, SE PONEN A HABLAR CATALÁN. Como ninguno de los dos sabemos hablar catalán, a partir de entonces endurecí el castúo (si se puede decir así) y les castigamos con nuestra ignorancia, como si estuviéramos tomando un café en la Rambla barcelonesa y fueran los extraños que en realidad eran.
Este comentario es sólo una anécdota, sin animadversión al pueblo catalán.(...)
-
He vivido en Cataluña (con ñ de ñoño) varios años, allí comencé mi bachillerato (1º de B.U.P. se llamaba antes del pésimo y tan poco fructífero intervencionismo), y os digo una cosa que es verdad como la vida misma. Son peores los charnegos que los catalanes de origen, pero mucho peores. Son los que prohiben a sus hijos hablar castellano en casa, olvidando sus orígenes, y hablo con conocimiento de causa. El nacionalismo más radical y excluyente se vive hoy en día en las casas de los hijos de aquéllos que, con su R-12 cargado hasta la bola de maletas y chacina, y con la pegatina verde, blanca y negra con la leyenda "Extremadura es mi tierra", se fueron a levantar esa región que, por lo visto, tiene mucha lengua y pocas manos. (...)
Sr. Presidente, desde los años 90, veo llegar a esta pequeña ciudad con catedral una riada humana. Antes no era así. Llegaban (en agosto) unos cientos de franceses, llenaban el Hostal de los Reyes Católicos, y se acababan en septiembre.
¿Por qué la sociedad ha vuelto al camino? Ojeo en un espejo social que refleja sólo retratos individuales.
Cuando, ensimismados, me preguntan “¿Catedral, Catedral?”, a veces sólo tengo que levantar el brazo y señalar en silencio la Berenguela, que, incomprensiblemente, no ven. Una alegría enturbiada sale de sus ojos ¿Por el cansancio? ¿El miedo al final?
Cuando se van, relajados, y me preguntan la dirección de la estación, y se la señalo en el plano, ya han vuelto a curiosear a su alrededor.
¿Buscan una religión? No camina nadie rezando el rosario.
Hace tres años me sorprendió un grupo de jóvenes franceses, con cura de impecable sotana, y boina. Siguen a su enseña colgada de un palo retorcido; la emoción, palpable en todos, vibrante en el abanderado. Nunca fue frecuente… y no lo he vuelto a ver.
¿Buscan la felicidad? Que ya no da el trabajo, ni las amistades en la ciudad. Así que sales al camino. Huyes buscando un rato de ensimismamiento. De norte a sur, del frío al calor del sol. A la espera del de los hombres. Quizás.
O simplemente escapan de la televisión. Buscan la lluvia, el frío, la noche. La realidad, ¿qué confunden con la dificultad?
¿Aspiran a jugar?
He visto autobuses enteros del INSERSO entrar parloteando en la Plaza del Obradoiro. Echar una mirada, y seguir parloteando ¡Tan solos están en sus casas!
Los bien jubilados nórdicos, desfilan perfectamente equipados y entrenados ¿Para darle un sentido a su jubilación?
Cada diez años el tiempo muda el cerebro. Cada década hay que emprender un nuevo camino. Si ese viaje coincide con el de Santiago, se acepta mejor tu cambio en la visión de las cosas. Para no morder a los que tienes cerca. Me dijo un peregrino de los habituales. Quizás.
El camino lo hicieron, en tiempos terribles, los que escapaban al hambre y la servidumbre del norte. Desafiaron robos y crímenes en el camino, para repoblar una frontera (extrema y dura) donde la muerte era más benévola.
Hoy los navegantes del cayuco, son sus legítimos herederos. Fronteras y murallas les impiden llegar a Santiago. Pero como aquellos, prefieren cualquier riesgo, antes que la muerte lenta. Tiempos terribles… otra vez, en el camino del sur.
Un saludo a los viajeros