8/2/08

Fumar daña, y el cultivo del tabaco sin subsidios no vale nada

lunes 4 de febrero de 2008

Quiero saber como lo veis

Hago noche en Madrid tras llegar de la reunión de Bovolone en Italia. Nos hemos juntado para hablar del futuro del cultivo del tabaco mucha gente representativa de agricultores, transformadores e industriales de diversos ámbitos. Les he trasladado nuestras razones y nuestros argumentos. Les he dicho que soy Presidente de la Comunidad Autónoma de Extremadura sin dejar de ser médico, más que nada porque uno nunca deja de ser aquello por lo que tanto luchó, y médico se es hasta que te mueres. Y que a pesar de ser médico me siento cómodo defendiendo con todas mis fuerzas a los agricultores de la Vera, del Valle del Tietar, del Alagón...
Extremadura produce tabaco, pero no fumadores. O lo que es lo mismo, si Extremadura dejara de producir tabaco, en Europa se seguiría fumando igual. Lo que Europa produce representa apenas el 25% de lo que consume. Por lo que bastaría con aumentar las importaciones para que se compense la perdida de producción propia. Y ya veríamos la calidad y las garantías de lo que se importa.
Mañana a las seis me voy para Bruselas. Me reúno con la Comisaria de Agricultura. Voy cargado de razones, que puede no ser suficiente para que te den la razón. Aunque como mis razones han surgido de reuniones y reuniones con unos y con otros, estoy seguro de que son argumentos de mucho peso.
Sobre todo, tengo en mi mente a las 3.341 familias de agricultores que viven de ese cultivo y a los más de 20.000 que directa e indirectamente tienen su empleo vinculado al mismo.
Un abrazote grande.
Guillermo


Raimundo dijo...

Sr. Presidente, no conozco el cultivo del tabaco. A los lecheros gallegos, dependientes de los bandazos de Bruselas y de una industria implacable, no creo que les haya valido la pena el esfuerzo brutal de modernización de explotaciones que llevaron a cabo. Para seguir, año tras año, al borde del abandono (hasta este año)

Si el cultivo del tabaco tampoco compensa el esfuerzo real que conlleva, y hay que abandonarlo por algo mejor, pues ¡Sin dudarlo!

Es un momento favorable, porque la tendencia de los precios agrarios es a subir y mantenerse altos (Las granjas lecheras gallegas ganaron más dinero este año que entre 1989-2006. Sube la renta agraria por primera vez en 20 años). Con este horizonte, se han expuesto en los comentarios alternativas industriales que parecen viables (biocumbustibles, plantas medicinales, producto fresco, y agricultura ecológica). Si se completase el ciclo de producción y comercialización de alguno o de varios de estos productos en la zona (con ayuda de la administración al principio), se podría conseguir el nivel de vida que merecen los campesinos.

Lo ideal sería que una cooperativa comercialice la producción, única forma de redistribuir la plusvalía del trabajo, y de independizarse tanto de Bruselas como de la gran industria. Me parece que la sociedad extremeña tiene instrumentos (La Sociedad de la Imaginación) para solucionar el problema.

En cuanto al tabaco, la sociedad (casi todas) había llegado a la certeza de que el fumador tenía que hacer el esfuerzo de dejar de fumar. Se empezó a considerar el tabaco como un producto “sucio” por primera vez en la historia, y al fumador una persona con un “defecto”.
Hasta que la bienintencionada Ley del Tabaco protegió mal (excesivamente) al fumador pasivo (que tiene todo el derecho a no inhalar humo) y desactivó la presión social contra el fumador. El tabaco ha vuelto a ser objeto de deseo para los más jóvenes.

Cualquier prohibición da poder a las mafias (contrabando), y eso afecta a todos; lo que haga un fumador con su cuerpo solo le afecta a él. El dilema es tener un conflicto social y sanitario (que se soluciona a tiros), o “sólo” sanitario (que se resuelve convenciendo de nuevo a los quinceañeros).

Un saludo a todos

alquimista dijo...

Realmente pienso que no hay alternativa al tabaco y que su cultivo desaparecerá cuando se acaben las subvenciones. Soy verato y quiero a esta comarca, pero creo que así será, al margen de las consideraciones éticas sobre el fumar. Y será así por una cuestión económica, la economía libre de mercado manda. No hay cultivo, ni frutales, ni flores, ni el muy invocado y maravilloso pimentón pueden alcanzar la rentabilidad del tabaco en sus mejores años. Por otra parte, varios de los cultivos alternativos que se manejan son mucho mas perecederos que el propio tabaco lo que añade indefensión al agricultor a la hora
de manejar precios. No hay solución o alternativa al tabaco, alternativa económica. Hay que dedicar estos años a buscar una solución para todas esas familias, pero hay que olvidarse de la rentabilidad del tabaco y eso es muy duro para el agricultor. Suerte en el empeño y ojalá lo consigan. Lo deseo de corazón por todas esas familias, pero esta es mi opinión sincera.

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